LA
PLURALIDAD, MÉXICO HACIA EL 2024
Por Julio
Zenón Flores Salgado
Cuando Jaime
Chamorro, director de La Prensa en Nicaragua, hijo de Pedro Joaquín Chamorro,
aquel periodista asesinado que con su muerte propició que se unieran muchos
sectores que se mantenían separados, buscando cada uno por su lado una
transformación de fondo en su país, y con ello el triunfo de la revolución sandinista, escribió que su periódico había sufrido
persecuciones tanto en la dictadura somocista como en el gobierno sandinista,
entendí que las dictaduras no son buenas, ni cuando son de derecha ni cuando
son de izquierda.
Por eso, al
tener frente a mí al senador de Morena Ricardo Monreal Ávila, en una conferencia
de prensa en Acapulco, donde estuvo acompañado del senador del PRI, Manuel Añorve
Baños, del senador del PRD Miguel Ángel Mancera y la senadora, también de
Morena, Nestora Salgado, le cuestioné acerca de si él, como aspirante a
candidato presidencial que es, veía correcto o no impulsar un gobierno de carácter
plural, que representará la diversidad de las fuerzas políticas mexicanas,
frente al presidencialismo actual, que encarna el presidente Andrés Manuel López
Obrador.
Monreal ha perfeccionado
un estilo afectuoso de eludir temas espinosos, como cuando le preguntan si iría
como candidato de la oposición si Morena no lo postula, así que me intentó dar
una cátedra de las diferencias entre el presidencialismo y otras formas de
gobierno como el parlamentarismo, para no responder si está o no por un gobierno
de coalición, plural, como en lo particular creo que ya es necesario en México.
Mi pregunta
en realidad parecía ociosa. El mensaje central de su presencia en Acapulco, con
el pretexto de presentar un libro de su autoría y de arrancar un taller de
capacitación legislativa para jóvenes, era a ojos vistas, promocionarse como
aspirante a candidato presidencial y mostrar que podía reunir a una clase
política variopinta: desde el priista Manuel Añorve, que es hoy el liderazgo
activo más importante del tricolor en Guerrero y el dirigente estatal del PRD, Alberto
Catalán Bastida, hasta morenistas como la senadora Nestora Salgado o la
diputada Leticia Castro, o académicos como el rector de la Universidad
Americana de Acapulco, Mario Mendoza, el destacado abogado de la UNAM, Eduardo
López Betancourt, amigo del senador Félix Salgado Macedonio, que hace poco se
consideraba como parte de un triunvirato (con Evelyn y Félix) y al propio secretario
de gobierno, Saúl López Sollano, o el presidente del grupo Aca, entre muchos
otros políticos y académicos que rebasaron la capacidad del hotel donde se
llevó a cabo el evento, además, claro, de las decenas de jóvenes que tendrán el
privilegio de recibir el taller de capacitación promovido desde el Senado.
Es decir, mi
pregunta acerca de impulsar un gobierno plural podría responderse con sólo
observar la pluralidad del evento que lo cobijaba en Acapulco, pero hacía falta
que se lo dijera, que enviara también el mensaje verbal del pluralismo.
El problema
para él era que si respondía claramente significaba poner una clara distancia
del actual presidente López Obrador, que a todas luces no sólo no es plural,
sino que persigue a quienes piensan diferente a él, sin importar si son de
dentro o de fuera de Morena, y que gobierna para quienes votaron por él y se
confronta todos los días con los partidos opositores, el PRI, el PAN, el PRD,
MC, y demás, con la UNAM, con las organizaciones sociales, con los científicos,
con los intelectuales, con los de la clase media, con los empresarios, con los
universitarios, consolidando un gobierno monopartidista, presidencial y
sectario, pero muy querido por quienes ya estaban cansados de la tiranía del
pasado régimen, pero aún no comprenden la tiranía del actual, que hasta
construye su propia prensa leal y afin y castiga a los demás.
Y es que
Monreal aún aspira a ser el candidato de López Obrador. Yo quiero ser el
candidato de Morena, dijo, aunque se pronunció contra las encuestas y propuso
el método de las elecciones primarias, internas pues, para definir al candidato
de ese partido y ofreció dar continuidad al gobierno lopezobradorista, pero con
“reconciliación” en el país. Igual pero distinto, sería la traducción al castellano
simple.
El problema
es que si no admite claramente el pluralismo como oferta de de gobierno, se puede
ir con sobreentendidos, haciendo creer a las otras fuerzas políticas que pueden
confiar en él, apoyarlo para que sea el próximo presidente y a la hora de la
hora, gobernar solo, como López Obrador.
Mientras
tanto, a las fuerzas de otros partidos políticos que lo pudieran apoyar, ese
respaldo a un candidato de Morena les puede costar caro, al interior de sus
propios institutos políticos, donde pueden sembrar dudas y perder el respaldo
de los militantes que si están con sus partidos por convicción.
¿Qué pensarán
en el PRI de Manuel Añorve, por ejemplo, o de Sofío Ramírez? ¿Y en el PRD, de
Alberto Catalán Bastida? ¿Y en Morena, de Nestora?
2 Comentarios
Hombre con tu afirmación que haces se ve que a ti te gusta la tiranía del pasado, donde la prensa que no estaba de acuerdo, se le silenciaba con balas o en el mejor de los casos se le exiliaba, respeto tu punto de vista y me alegra que ya no recibas tu sobre.
ResponderEliminarEl pluralismo de Monreal será para volver a la política de entreguismo, es lo busca la oposición al darle su apoyo
ResponderEliminar¿Qué te pareció esta información? ¿Qué nos falta?