RARA REFORMA A LEY DE AGUAS DE GUERRERO…EN EL ÚLTIMO MINUTO DE LA PASADA LEGISLATURA
Por Julio Zenón Flores Salgado
Nuestra
última columna sobre el viacrucis que viven los nuevos funcionarios del
ayuntamiento de Acapulco, para perjuicio de los acapulqueños, provocó al menos
dos reacciones en nuestros dos lectores, a quienes agradezco por seguirnos puntualmente.
La primera -porque
orgullosamente una de las dos personas que me leen es mujer-, me precisó que el
conflicto de fondo en el gabinete de Abelina López Rodríguez, no es entre la
secretaria de desarrollo urbano, María de la Luz Meraza Radilla (a quien hemos
reconocido como una gran profesionista que merece ese cargo y más) y el actual (y
ahora de bajo perfil) secretario de Finanzas, Ángel Octavio Cisneros Flores, sino
entre éste último y la actual secretaria de desarrollo social, Leticia Lozano
Zavala, ex diputada federal suplente de la actual alcaldesa y su amiga cercanísima;
de esas amistades que lo cuidan a uno y que no permiten que te lleven al baile.
También me
comentaron que el conflicto de la secretaria general del ayuntamiento Irma
Graciela Lee con el subsecretario fue mucho más profundo y penoso para ella,
por la actitud sobrada del subordinado que se siente que sin él la 4T y el
gobierno de Abelina naufragarían…
El segundo
de mis lectores me envió por vía electrónica un ejemplar del Periódico Oficial del
Estado de Guerrero, que en su edición número 80, publica nada menos que la
reforma a la ley de aguas que permite que el abogado Arturo Latabán López,
pueda ser investido como director de la CAPAMA, sin violar ninguna
normatividad, como yo erróneamente escribí.
Corrijo
entonces: El abogado Latabán no fue engañado por la alcaldesa, ya que le
ofreció hacerlo director, y antes se ocupó de enviar una iniciativa de reforma
legal y la cabildeó de tal modo, que burló al presidente de la Comisión
encargada del tema, que no la hubiera dejado pasar.
Hay que
señalar, sin embargo, que esa reforma a la ley se hizo completamente en lo
oscurito, se aprobó el último día de la pasada legislatura y no fue ni propuesta
ni avalada por la Comisión de Aguas, que encabezaba el ahora alcalde de Coyuca de
Benítez, el periodista Ossiel Pacheco Salas, sino casualmente por la hija de
Martín Mora, expresidente del PRD, Celeste Mora, de la comisión de desarrollo
económico.
Y es que el
periodista Ossiel Pacheco no la hubiera dejado pasar, porque él sabe, como
periodista que es, que CAPAMA ya estuvo administrada por personas ajenas a los técnicos
especializados y que en esa época es cuando más fue saqueada, porque no solamente
sacaban dinero para sus campañas y partidos políticos, sino también para
edificios, escuelas y todo tipo de obra particular.
Todo eso
salió a relucir cuando el huracán Pauline destrozó la infraestructura hidráulica
de Acapulco y por eso la Conagua recomendó que CAPAMA se dejara en manos de los
técnicos que saben de aguas y no andan haciendo carrera política.
La reforma,
como quedó, es una enorme regresión, sin
menoscabo de que Latabán pudiera hacer un buen papel pues no tiene fama de
corrupto, pero eso abre la puerta, en adelante, a que cualquier político,
abogado, turistero, administrador, o transhumante, pida ese espacio como botín,
a la hora de las negociaciones que hacen quienes quieren ser alcaldes, porque
no hay uno que no haga compromisos. La única que pudo llegar sin compromiso fue
Adela Román (gracias a AMLO) y no lo aprovechó.
En mi
descargo diré que de esa reforma, que parece hecha a modo para que el discípulo
y amigo de ÁNGEL AGUIRRE RIVERO, (despedido en julio de 2018, luego de una
protesta de sus trabajadores que lo acusaron de prepotente y soberbio, de la
Contraloría General del Estado, pero contratado después por la Procuraduría de
Justicia de la CDMX, para que le ayudara a solventar observaciones de auditoría),
Arturo Latabán López, pudiera ser investido como director, sólo los abogados
que están al pendiente de los Edictos, la conocían, porque de ello, los
diputados de la anterior legislatura no dijeron ni publicaron nada.
También en
mi descargo, tengo que mencionar que eso no cambia el que a Latabán le estén
poniendo las cosas difíciles en CAPAMA, donde efectivamente lo tienen tan
acotado, que yo en su lugar mejor renunciaría, porque los que lo rodean ni le
hacen ni le harán caso y así, por más brillante que sea y por mejores planes
que tenga, la paramunicipal no va a salir del agujero en que se encuentra. Tan
esa así que ya le comenzaron a atacar a uno de los pocos que le podría ayudar
en la cuestión técnica, el director operativo Alfredo Rivera, a quien acusan
falsamente de corrupción.
Ya le
quitaron Finanzas, así que no podrá tener el control del dinero, además de
Informática, que es quien tiene todo el control de la información interna y de
las claves para manejar a discreción las cuentas de grandes empresarios y de donde
provendrían los montos más importantes de ingreso de la paramunicipal y que
tienen enormes carteras vencidas. Ahora le quieren quitar al Operativo, que es
el que reparte el agua en las redes.
Así como va,
Latabán quedaría como florero y al final, como Director general, sería el
responsable de todo.
Lo único
cierto es que Latabán sí sabe de auditorías y eso hace mucha falta en CAPAMA,
para saber por donde se fugan los recursos que los usuarios pagamos por nuestro
consumo de agua y cómo ha sido que los directores terminan ricos y hasta con
edificios nuevos y constructoras de su propiedad mientras el organismo está
cada vez más quebrado…
Aunque,
claro, no se trata sólo de saber por dónde se fuga el dinero, sino también de frenar
esa fuga y hacer que ese dinero se use para resolver la carencia de agua en los
hogares de los acapulqueños y con la pestilencia a excremento que se respira
por todas las calles de la ciudad por las incontables fugas del drenaje.
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