Por Julio Zenón Flores Salgado
En los últimos días se ha agudizado un viejo problema en
Acapulco: la recolección de la basura, lo cual según diversos estudios puede llegar
a convertirse en un problema de salud pública.
Sin adentrarnos en las causas de la mala recolección, que
tiene que ver con la capacidad económica y administrativa, así como de la
eficiencia operativa de quienes tienen a su cargo dicho servicio público, bajo
la responsabilidad del ayuntamiento porteño, la realidad es que existe un grave
problema que se ha agudizado porque en los últimos días no están pasando por
las rutas que un tiempo se cumplieron con cierta regularidad y eso está dejando
demasiados tiraderos a cielo abierto, también llamados puntos negros, que se
suman a los que desde hace muchos años existen en diversas colonias y poblados
donde la vigilancia es poca o nula.
Todo ello, según un trabajo elaborado por el Senado de la
república en 2017, ocasiona que “un gran volumen de estos residuos sólidos sea
depositado en lugares inadecuados”, lo que representa un riesgo para la salud
pública y el medio ambiente.
Así lo advirtió el Senado de la República en una reforma que
aprobó en la sesión del 14 de noviembre de ese año, un exhorto para que los
tres niveles de gobierno realicen campañas de comunicación permanentes, a fin
de concientizar a la población sobre la importancia de la gestión integral de
los desechos.
Y es que el problema sanitario por la mala disposición de
residuos, incide en el riesgo epidemiológico que tienen como resultado de sus
características de inflamabilidad (por su contenido pueden favorecer o causar
fácilmente un incendio); proliferación de moscas, roedores, bacterias y otros
animales y microorganismos causantes de enfermedad.
Los riesgos al medio ambiente y a la salud causados por los
residuos peligrosos son un foco de atención a nivel mundial, que ha propiciado
que se generen disposiciones regulatorias (leyes, reglamentos y normas); que
establecen pautas de conducta a evitar y medidas a seguir para lograr dicho
manejo seguro a fin de prevenir riesgos. A la vez que fijan límites de
exposición o alternativas de tratamiento y disposición final para reducir su
volumen y peligrosidad.
Las fuentes de degradación de la calidad del aire incluyen
el humo proveniente de la quema abierta, polvo de una inadecuada contención,
recolección, descarga al aire libre y gases generados por la descomposición de
desechos en un botadero abierto o relleno sanitario.
La quema en un sitio de eliminación puede darse debajo de la
tierra y en la superficie. Una vez que comienza a quemarse un botadero por
debajo de la tierra, puede continuar durante décadas, o hasta que se implemente
métodos de relleno sanitario (incluyendo la recolección y ventilación de
gases).
Son muchas las enfermedades causadas por los microbios que
se producen por la acumulación de basura, sobre todo cuando entran en contacto
con el agua de beber o los alimentos; por eso, se debe manejar adecuadamente y
eliminarla sanitariamente.
Cabe recordar que en el dictamen de los senadores,
destacaron que, su mala disposición final genera contaminación de suelos, aire,
aguas superficiales y subterráneas, afectaciones a la salud pública, así como
impactos negativos de orden estético y de incomodidad por ruidos, malos olores
y desorden ocupacional.
Para el senador Raúl Aarón Pozos Lanz, del Grupo
Parlamentario del PRI, el deficiente manejo e inadecuada disposición final de
los deshechos, “los convierte en verdaderos focos de contaminación, con un
impacto negativo al medio ambiente y a la salud pública”.
De ahí el imperativo de realizar campañas para resolver este
problema e involucrar a todos los sectores sociales, organizaciones, desde la
sociedad civil, cámaras industriales, comerciales y de otras actividades
productivas, grupos e instituciones académicas y de investigación”, acotó.
Los señalamientos, tanto de los personajes políticos como de
los académicos y especialistas en la materia cobran hoy una importancia
inusitada, ante le enorme presencia de puntos de concentración de basura en
lugares tanto céntricos como alejados en colonias populares, como ocurre en
Ciudad Renacimiento, donde se ubican oficinas operativas de Saneamiento Básico
y que se ha convertido en un sitio de transferencia de basura no autorizado
generando un peligroso foco de contagio, pero no es el único, pues mientras los
carros recolectores dejaron de pasar, éstos crecieron desmesuradamente, lo que
ya es una preocupación para personal de salud.
Aún se está a tiempo de hacer algo al respecto y esperemos
que las autoridades no se demoren tanto en tomar decisiones y actuar al
respecto.
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