Por Julio Zenón Flores Salgado
La divulgación de un audio, editado, con la voz del senador
Manuel Añorve Baños, en donde expresa su descontento con la forma en que se
definió la candidatura de Mario Moreno Arcos a la gubernatura de Guerrero, en
el mes de enero de 2021, puede tener la derivación judicial que él ha anunciado,
de denunciar ante la FGR haber sido víctima de una grabación ilegal de una
llamada telefónica, pero también, por otra parte, la derivación de la
deslealtad, si es que la grabación hubiera ocurrido en su propio espacio
personal, es decir, en su camioneta o en la camioneta de alguien de confianza
con quien viajó durante la llamada.
Como sea, la puesta en escena pública de esa llamada
descompone el ambiente del priismo en el ocaso de la administración del
gobernador Héctor Astudillo Flores, que lo menos que puede aspirar al dejar la
gubernatura, es la unidad de los tricolores en torno a él, que queda como una
figura emblemática, empoderada y uno de los pilares a tomar en cuenta para
cualquier decisión dentro de ese partido a nivel estatal y referente del
priismo nacional. Le descompone el panorama priista al gobernador, pues, si se
tuviera que decir de una manera resumida, y eso se reflejó este mismo sábado en
que el mandatario estuvo en Acapulco y develó un busto en el PRI, mientras
Añorve jugaba paddel o daba entrevistas en su oficina.
Quién haya ideado la divulgación de la conversación del
senador Añorve con el alcalde electo de Iguala David Gama, donde el primero le
explica al segundo que estaba dolido por no haber recibido una cortesía esperada
de su amigo el gobernador, al momento de decidirse por Moreno Arcos para la
candidatura al gobierno estatal, no consideró, por un lado, que ese tema, ya
que habían transcurrido más de seis meses del hecho, podía ya haber sido
zanjado entre el gobernador y el senador y, por otro lado, tampoco tomó en
cuenta que a pesar de todo, Añorve Baños estuvo en la campaña y no solo en la
estatal, sino en las distritales y en las municipales, cosa que fue pública, por lo cual, el impacto de la
divulgación a quien podía afectar más era al mandatario que se va y que debiera
dejar una casa tricolor en la unidad.
Pero ese es sólo el contexto político y, digamos, un efecto
colateral no dimensionado, en lo concreto y directo, es una grabación ilegal y/o
desleal en lo que fuera el entorno cercano del senador.
Uno pudiera pensar que lo grabó su interlocutor en la
llamada, pero como su voz no se escucha en el audio y por el contrario se oyen
sonidos propios del entorno de una calle transitada, se pudiera pensar que
quien lo hizo fue alguien que viajaba con él, en el mismo vehículo y los
sospechosos se reducen a quienes le acompañaron en el mes de enero del 2021, en
el momento en que realizó el enlace telefónico. En ese sentido, el senador ya
debe de saber, a estas fechas quien pudo haberle grabado el audio, lo conservó
y lo divulgó en un momento en que consideró que le debería de afectar
políticamente al senador.
La investigación que lleve a cabo la FGR, podría revelar datos interesantes al respecto y es algo que debe seguir su curso, por un lado porque el senador es una figura relevante en el esquema de gobierno mexicano, por su investidura de senador y por su papel político en el priismo nacional, donde incluso ha representado al presidente nacional Alejandro Moreno Cárdenas, pero por otro lado, porque la divulgación se da a pocas semanas de que su teléfono móvil había sido hackeado y, peor aún, a pocas semanas de que se diera un debate público nacional sobre la existencia de un software (Pegasus) utilizado por los gobiernos federales para espiar a sus opositores.
Lo que no se puede dudar es que los daños que pudo causar la
divulgación de ese audio en las relaciones internas priistas será superado
pronto, ya que los tricolores se necesitan mutuamente unidos y para nada les
conviene asumir su nueva etapa, a partir del 14 de octubre, en que dejan de
tener un gobernador amigo y guía, como un partido amorfo, como una gelatina que
se desborda hacia un lado o hacia otro.
Por lo pronto, sirvió para que el mandatario estatal
recibiera al ex candidato Mario Moreno, quien aparecía solitario en el horizonte
de su lucha contra los resultados electorales que dieron la victoria a la
morenista Evelyn Salgado Pineda, y con eso lo recuperara para el priismo, pues es bien sabido que Moreno Arcos, sí ha mantenido una buena relación con el perredismo
a través del ex gobernador Ángel Aguirre (tal como se menciona en el audio
grabado a Añorve) y eso le podría haber tentado si el priismo lo dejara a su
suerte.
Sólo faltaría que el próximo ex gobernador y el senador se
sentaran a limar asperezas, si es que no lo han hecho ya, en el entendido de
que para lo que venga para el PRI (las elecciones del 2024, por ejemplo) serán
-ambos- pieza fundamental, ya que quedan -tras el fallecimiento de René Juárez
Cisneros, la salida de Ángel Aguirre y el desdibujamiento del figueroismo, como
las figuras emblemáticas, en tanto surgen nuevos liderazgos de los jóvenes que no
pasen de verdes a podridos y que lleguen a madurar.
1 Comentarios
Excelente!!
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