MIRADA INTERIOR*
Por: Isaías Alanís
A Ramón López Velarde a cien años de su nacimiento
Hacer un recorrido a vuela pluma sobre lo que acontece en México, podría ser extenuante ante la avalancha de noticias falsas, boots y cientos de artículos basura, expresiones de francotiradores de redes sociales, medios de comunicación, empresarios metidos a merolicos, ex presidentes que deberían estar en la cárcel por traición a la patria, leguleyos de coraza blindada con dólares y chicanadas de los tres poderes. Un instituto electoral al servicio del poder, cientos de atracos a la nación perdonados por la complicidad de expresidentes, gobernadores, empresarios: léase, Fobaproa, “no nos volverán a saquear”, venta de bancos y un mundo de concesiones a la iniciativa privada consentida por el régimen, así como a medios de comunicación que cantaban al presidente en turno sus alabanzas en horarios cinco estrellas.
Miguel de la Madrid pone la primera piedra. De 1982 a 1988, se lleva a cabo la dependencia económica y la sumisión a Washington; en ese entonces México contaba con una plataforma productiva con 1156 empresas al salir de su mandato dejó una herencia de 411 empresas casi quebradas.
De Salinas de Gortari (1988-1994) a EPN han transcurrido tres largas décadas, que nacieron con un fraude electoral mayúsculo. A partir de esos cruentos seis años de enriquecimiento ilícito no solo del hermano incomodo Raúl, si no de toda su familia, amigos, cómplices y la famosa Partida secreta:
“Por instrucciones de Salinas de Gortari, era manejada por el administrador del dinero en Presidencia, Octavio Sentíes Hoyos; el secretario particular del presidente, Justo Ceja; y los hermanos Francisco y Araceli Vázquez, ambos funcionarios de la Presidencia y a quienes se encomendó abrir la cuenta bancaria número 6300-0-005 en Banco Mexicano Somex, de donde Salinas de Gortari disponía mensualmente de 652 millones 30 mil 799.49 pesos (que al tipo de cambio de ese año serían equivalentes a 200 millones de dólares, algo así como 4 mil 400 millones de pesos actuales) para distribuirlos a su antojo y sin rendir cuentas ni ser auditado por nadie”
A este regalito que se daba llegaron los fondos inauditables de Solidaridad, el proyecto con. el que Salinas pretendió convertirse en el dictador de México a través del Movimiento Popular Territorial, desfondando al PRI y a sus organizaciones, proyecto que se truncó por la detención de su hermano y su exilio en Irlanda.
A partir de ese momentum histórico, da inicio del cáncer mexicano, con Salinas vienen las concertaseciones con supuestos partidos opositores, léase PAN y una ala del PRD, que desde entonces les lame las botas a las migajas del poder. Algunos historiadores afirman que Salinas montó el aparato para sacar de la jugada a Colosio, que deja otra huella de
impunidad y que el poder de la republica entrara en un callejón sin salida donde la línea divisoria entre mafia política y narco mafia, no existía y actuaban en perfecta armonía.
El compromiso del sueño salinista era “modernizar al país” y convertirse en un modelo de dictador afín a los EEUU. La venta en cascada de paraestatales, solo fue el principio del guion diseñado en Washington, Pemex, Comisión Federal de Electricidad, oro, plata, uranio, cobre; la Ley de Aguas, nace con Salinas, aseguraba el control de los grandes consorcios extranjeros del uso y abuso de los recursos hídricos en detrimento de la agricultura a la que había que aniquilar para depender directamente del mercado norteamericano y pasar por encima de los pueblos dueños de bosques y aguas.
Bajo el amparo del neoliberalismo, conjunto de ideas políticas y económicas capitalistas en donde se define la no participación del estado en la economía, dejando fuera cualquier injerencia gubernamental, trasmitiendo la regencia del estado a la iniciativa privada, se supone sin subsidio del gobierno, arranca la tercera fase de la revolución mexicana.
Con Salinas se construyó un puente a la dependencia económica, las reformas a los artículos; 28, 73 y 123, aniquiló el campo con la reforma y privatización del ejido, con el pretexto de la modernización, dejar el agro en manos extranjeras. Y en 1994, la entrada en ese entonces de México al Tratado de Libre Comercio, que se suponía era para mejorar, al contrario, su efecto fue devastador en la economía y en la vida de millones de mexicanos. Bajos salarios, desmantelamiento de la planta productiva, dependencia económica, alza en el costo de la vida, incremento de impuestos; no se respetaron los derechos laborales, en vez de achicarse se ha incrementado la pobreza, problema sociales, violencia, dependencia de los dictados del Fondo Monetario Internacional, la OCDE y Banco Mundial. Afectándose la seguridad nacional, política exterior, medios de comunicación reglas electorales, educación y lo que se le quiera agregar:
“Al finalizar el sexenio de José López Portillo, había 1150 empresas propiedad del Estado. Éstas compañías abarcaban varias ramas de la economía: petróleo, petroquímica, minería, electricidad, telefonía, comunicaciones, ferrocarriles, transportación aérea, química, automotriz, acero, azúcar, bienes de consumo duradero, banca, comercio y diversos servicios. El proceso de privatización mexicano tuvo tres etapas: la primera de 1982 a 1988 donde se privatizan empresas de diversa índole y actividad; la segunda de 1988 a 1994, se realiza la privatización a fondo de varios sectores como la siderúrgica, la banca y teléfonos; y, la tercera, de 1995 a 2000, se profundiza aún más el proceso y se realizan cambios constitucionales para vender los ferrocarriles y la comunicación satelital. A mediados de 1989 el gobierno salinista decretó la privatización de aeronaves de México y de Mexicana de Aviación, del Grupo Dina, así como de algunos ingenios azucareros. En 1990 se privatizó Teléfonos de México, Minera Cananea, entre muchos, incluyendo a la televisión Mexicana, ingenios y algunas plantas de Industrias Conasupo. Además de que se anunció la privatización bancaria. En 1991 se privatizaron tres empresas acereras, una compañía de seguros, la fábrica de carros de ferrocarril y algunas otras más”. (TLATEMOANI, Revista Académica de Investigación Editada por Eumed.net. No. 30 – Abril 2019, España ISSN: 19899300 revista.tlatemoani@uaslp.mx Carlos Ernesto Arcudia Hernández, Blanca Torres Espinosa, Sara Berenice Orta Flores)
La puesta en bandeja de plata de la banda presidencial a Vicente Fox por Zedillo, fue un arreglo entre pares y la cuarta desgracia para México iniciada técnicamente por Miguel de la Madrid y consumada con Carlos Salinas.
*Por compromisos de trabajo he dejado la Mirada, quitándole tiempo a la redacción de dos libros, trataré de escribir una Mirada por semana, aunque sea con un ojo.
0 Comentarios
¿Qué te pareció esta información? ¿Qué nos falta?