*Abelina López, ganadora de la encuesta de Morena por Acapulco
Por Julio Zenón Flores Salgado
“Yo sí soy de Acapulco”, soltó con una sorda sonrisa el empresario
Ricardo Taja Ramírez, al medio día de este martes 23 de marzo, durante una
rueda de prensa convocada en su oficina de Costa Azul en Acapulco.
El también comerciante, hijo de un hombre Javier, al que se
le recuerda por su férrea defensa del patrimonio de muchos acapulqueños
afectados por una de las supercrisis provocadas por el neoliberalismo, mandaba
con esa expresión un mensaje retador al hombre que ha sido respaldado por el
PRD para ser el abanderado por éste y por el tricolor, en la contienda por
arrebatar a Morena la presidencia municipal de Acapulco, Víctor Aguirre Alcaide,
a quien muchos relacionan con Tlapa, en la Montaña de Guerrero, aunque ya se ha
aclarado que nació en Acapulco y que después fue llevado por sus padres a la
Montaña.
Más allá de que Taja Ramírez no fue lejos por la aclaración,
la cual le hizo el veterano periodista Luis Fontova Román en la propia
transmisión en vivo de la conferencia de prensa, al decirle que el papá de Aguirre
Alcaide y el papá de Fontova Román fueron muy amigos, en el la colonia Hogar
Moderno, el intento de descalificación que asoma en la expresión “yo sí soy de
Acapulco”, habla de rudeza innecesaria, máxime cuando aún no son contendientes
pues el PRI aún no ha registrado a Taja Ramírez y por ende no debiera aún de
haber confrontación, como la habrá en caso de que realmente se registre y sea
medido con el candidato del PRD para dejar sólo a uno de los dos por los dos
partidos.
Una rudeza innecesaria que en política no cuenta sólo como
falta a la moral o a los valores de nobleza y respeto entre compañeros de dos
partidos que están aliados y se necesitan para ganar las próximas elecciones,
sino que también cuenta como evidencia del perfil político de quien la infringe.
Con esa expresión Taja parece ignorar que si resultara él
como candidato común del PRI y el PRD, necesitará de los militantes de ambos partidos
para ganar, pues su estructura, construida paralelamente a la del tricolor,
partido al que por cierto nunca ha pertenecido del todo, pues se ha jugado con
su pertenencia a uno u otro instituto político, resulta insuficiente para ganar
una dura contienda en donde la marca Morena está ampliamente posicionada, al
margen de cualquier persona que la represente en el proceso electoral, pero
peor aún, si tiene que competir contra la ya ganadora del proceso interno
morenista, Abelina López Rodríguez, quien tiene años picando piedra, como se
dice coloquialmente de la gente que no deja de trabajar tenga o no algún cargo
de representación popular.
De por sí, la conferencia de prensa realizada este martes se
lee como una presión hacia su partido, donde no las tiene todas consigo, pues
ya se había registrado una mujer, Julieta Fernández Márquez, misma que quedó
fuera cuando el partido determinó que el género para este ayuntamiento fuera
hombre, y donde se sabe que mantiene una fuerte confrontación tanto con el
equipo del diputado René Juárez Cisneros como con el del senador Manuel Añorve
Baños, el machucón innecesario a Aguirre Alcaide se dice que motivó serios
disgustos tanto en el PRD como en el propio PRI e incluso en Casa Guerrero.
Y no es para menos, pues la alianza lograda entre el PRI y
el PRD, si bien puede ser exitosa electoralmente, la verdad es que está
prendida con alfileres y apenas se está consolidando abajo, en los comités de
base y cualquier sacada de lengua puede echarla a perder y con ello perder la
posibilidad de ganar el principal municipio de Guerrero.
Las condiciones para que sea candidato de ambos partidos se
vuelven así un poco más complicadas, pues él debiera saber que eso no sólo
depende de una encuesta, sino también de un acuerdo político que sume y en eso,
como que se cerró la puerta el joven Taja, lo que ya se verá en adelante, después
del sábado en que se registre y de que sesionen los dirigentes de ambos
partidos.
En el acuerdo político a fuerza tiene que pesar la necesidad
de conservar a un aliado que puede alegar sentirse maltratado y el hecho de que
en el PRD todas las corrientes están acuerpadas en torno a Víctor Aguirre, lo
que podría desembocar, si el PRI intentara imponer como candidato a Taja, que cada
partido registre a su propio candidato, como ocurre ya en diversos municipios
como Coyuca de Benítez, San Marcos y Copala, entre otros, donde el PRI tiene a
su candidato a la alcaldía y el PRD al suyo.
Otro elemento que deberá considerarse en el acuerdo político
para definir candidato común del PRI-PRD es la desbandada que se advierte en
Morena tras las definiciones de candidatos a diputados locales y federales y
tras la definición de Abelina López Rodríguez, como candidata a la alcaldía de
Acapulco, en una encuesta de la que fueron excluidos casi todos, excepto Adela
Román Ocampo, Rosario Merlín, Yoshio Ávila y Pablo Amilcar Sandoval, además de
la ganadora y que ha generado reacciones airadas entre quienes fueron
ignorados. Un caso palpable es el de Joel Castillo, que ya fue registrado por
la coalición PT-PVEM por el distrito 08 local, por el que pretendía competir
por Morena.
Todo eso ya configura un escenario interesante, aunque aún
no se puede adelantar nada pues todo depende de los candidatos que se pongan en
las diputaciones federales, uno de ellos al parecer será Pablo Amilcar en el
distrito 04 federal, pero aún no está confirmado.
“Y vendrán cosas peores”
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