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Protestan colonos de la Nueva Revolución y Candelaria; exigen al Gobierno del Estado, regularizar sus predios, porque expone a los vecinos

Baldemar Gómez Roque  

 Chilpancingo, Gro., a 8 de marzo de 2021.- Colonos Antorchistas de la Candelaria y Nueva Revolución denunciaron la falta de seriedad de los gobiernos Estatal y Municipal para resolver el compromiso de regularizar ambos asentamientos humanos; por lo que esta mañana instalaron un plantón por tiempo indefinido frente al Palacio de Gobierno, hasta que les cumplan sus acuerdos. 

Esta mañana, colonos Antorchistas de la Candelaria y Nueva Revolución, denunciaron ante la falta de seriedad y trabas de las autoridades estatales y municipales para resolver el asunto de la regularización. Este martes se manifestaron frente al Palacio de Gobierno, donde permanecerán hasta que se regularicen sus colonias, exponen los vecinos. 

El representante del Movimiento Antorchista de la región Centro, Conrado Hernández Domínguez informó que, durante una reunión programada por el subsecretario de Asuntos Agrarios, Fernando Jaimes Ferrel, en las oficinas de la Secretaría General de Gobierno, con el objetivo de firmar el documento para dar inicio a la regularización de la colonia Candelaria, personal de la Secretaría de Finanzas puso trabas y nuevamente el asunto está detenido. 

Donde recordaron, que, como todas las ciudades del país, Chilpancingo, ha tenido un crecimiento acelerado en los últimos veinte años. La expansión hacia los cuatro puntos cardinales no respeta los límites que la secretaria de desarrollo urbano y ecología del ayuntamiento ha establecido como zona urbana, es más, el crecimiento desmedido de la ciudad ha traído como consecuencia un sinfín de conflictos sociales y altos índices de inseguridad, a esto, hay que sumarle la falta de servicios elementales como: agua potable, drenaje, pavimentación, electrificación y transporte.  

Donde actualmente Chilpancingo es la segunda ciudad más grande del estado. Está conformada por más de 300 colonias oficialmente reconocidas, pero sin exagerar, hay otras tantas que reciben el calificativo de colonias irregulares, en su mayoría producto del acaparamiento con fines de lucro y muy pocas fueron creadas con la sana intención de resolver la necesidad social, como el de permitir a una familia contar con un lote donde poder edificar una vivienda con el propósito de mejorar sus condiciones de vida. 

 La propiedad territorial en la periferia de la ciudad está dentro del régimen ejidal, situación que se presta para que cualquier individuo se ponga a lotificar mañosamente y a vender lotes al por mayor, sin antes regularizar la documentación correspondiente, esto ocasiona que, al poco tiempo, aparezcan familiares reclamando derechos, iniciando así, un juicio que nunca acaba. 

Lo anterior describe el caso de la Colonia Nueva Revolución, ubicada al poniente de la ciudad, que se formó hace veinte años, la dueña del predio en contubernio con un prestanombre, vendió los lotes a familias muy humildes que con esfuerzo pagaron en abonos, pero al fallecer la dueña, los familiares reclamaron la propiedad mediante un juicio y no reconocieron los pagos hechos por los colonos, exigiendo que pagaran otra vez o de lo contrario serían desalojados, amenazas que cumplieron con algunas familias; otros se organizaron y dieron la lucha legal, pero para su sorpresa todas las dependencias demostraban claramente que estaban coludidos con los nuevos propietarios y defraudadores.  

Cuando todo parecía perdido, Florian Reyes Rafaela al frente de los afectados buscó el apoyo del Movimiento Antorchista y a partir de entonces se dieron avances significativos a favor de las familias humildes de la colonia; la perseverancia, valentía, y honradez de Florian Reyes por defender una causa justa le costó la vida, justo a unos días del arribo de la presente administración gubernamental, el 4 de noviembre de 2014, un grupo armado lo sustrajo violentamente de su domicilio, no tardaron mucho para dar con su paradero ya que al día siguiente apareció muerto con  un disparo en la nuca. Todo indica que los asesinos intelectuales fueron los defraudadores de la colonia. 

 Y hasta la fecha este crimen político sigue impune y el gobierno del estado en lugar de acelerar el proceso de regularización de la colonia, (acuerdo al que el propio gobernador se ha comprometido resolver en dos ocasiones) la Secretaria General de Gobierno, sospechosamente maniobra para que no concluya el proceso. 

Con la colonia Candelaria, sucede lo mismo, un supuesto propietario vendió los lotes, poco después otra persona reclamó la propiedad exigiendo a los colonos volver a pagar o serían desalojados. Hoy, una persona que llegó a asentarse en uno de los lotes, aparece como propietaria reclamando el pago por tercera ocasión, desconociendo los pagos anteriores.  

Los habitantes de ambas colonias que fueron víctimas del fraude, le piden nuevamente al gobernador que concluya el proceso de regularización, que dé instrucciones a la Secretaria General de Gobierno, para que esta emita el dictamen de expropiación de la colonia Nueva Revolución que ha sido sometido a un extraño burocratismo por la dependencia, y que al mismo tiempo acelere los acuerdos con el ayuntamiento municipal para que ayuden a finalizar la regularización de la colonia Candelaria.  

Al ser apoyado parte del antorchismo guerrerense, los colonos defraudados instalaron un plantón frente al palacio de gobierno, reclamando el cumplimiento de los acuerdos con el ciudadano Gobernador. Sabemos que son tiempos difíciles, pero las familias humildes defraudadas, no les queda otro recurso que hacer uso de los derechos constitucionales para hacerse escuchar. 


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