Morena: cuatro estados y sólo uno para mujer, los pendientes

¿Y las mujeres? Parte II Por Julio Zenón Flores Salgado El tema de las mujeres realmente tiene un peso determinante en la determinación de las candidaturas de Morena a la gubernatura, en los diferentes estados mexicanos. Y no es sólo porque Mario Delgado, dirigente nacional de ese partido esté en sintonía con la idea del presidente Andrés Manuel López Obrador de abrir cada vez más espacios al género femenino y quiera alinear al movimiento con la resolución Tribunal electoral del poder judicial de la Federación, al recomendar la designación de al menos siete mujeres en igual número de entidades donde se competirá, sino que él mismo declaró el mismo, a tono con un acuerdo del Consejo Nacional morenista, que si fuera necesario, para garantizar la paridad estaba dispuesto a que se designara una mujer que apareciera en segundo lugar, en una encuesta donde el ganador fuera hombre. Como están las cosas en Morena, en éste momento, si Delgado Carrillo es consecuente con sus palabras, la Comisión Nacional de Elecciones morenista debería de estar ya perfilando el nombre de una mujer para que sea la candidata en Guerrero. Sin duda las aspirantes guerrerenses ya se dieron cuenta de esa inminente determinación, por lo cual la senadora Nestora Salgado García recapacitó y dio un paso de costado en el apoyo a su amigo el ex delegado Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros, aclarando que no declinaba por él, sino que sólo le ofrecía apoyo recíproco, es decir, que si el candidato fuera varón ella lo apoyaría a él, pero que sí fuera mujer ella mantendría sus aspiraciones y entonces la estructura de Amílcar Sandoval se pondría a las órdenes de la senadora. Un acuerdo bastante civilizado y equitativo, al formar una dupla y tratar de asegurar la candidatura sea hombre ó mujer. Anunciarlo en Acapulco a tambor batiente, levantándose ambos las manos tendría la intención legítima de orientar los resultados de la encuesta que se está llevando a cabo para definir a los participantes de la segunda etapa, en donde sólo aparecerán tres hombres y tres mujeres y que el triunfo final quede en ese equipo. El único problema es que en ninguna de las encuestas difundidas hasta ahora por diversas casas consultoras aparece la senadora, cuyo rango de acción está limitado a dos tres pequeños municipios de la región de la Montaña, como Olinalá, Cualác y Atlixtac, pese a lo cual su aspiración es legítima como la de Micaela Cabañas, de Atoyac y Soledad Hernández, de Iguala. La definición de la candidatura de MORENA en Guerrero ya es inminente y no se puede evadir que hasta el momento 6 mujeres y 5 hombres han resultado designados coordinadores para la defensa de la cuarta transformación, eufemismo para nombrar a sus precandidatos a Gobernadores. Y que pesar de lo que se ha dicho sobre las encuestas, la realidad es que los ganadores hasta el momento sí han sido los mejores posicionados y ese es el principal problema de Mario Delgado en los estados que restan. El género de Guerrero parece cantado debido a que de los cuatro estados que faltan por definir sólo en Guerrero hay mujeres competitivas. Solo queda una mujer más por asignar, sin embargo no hay mujeres competitivas en Michoacán, donde sobresalen los senadores Raúl Morón y Cristóbal Arias, asi como Carlos Torres y Fidel Calderón; ni en Sinaloa, donde encabezan Luis Guillermo Benítez, Gerardo Vargas Landeros y Rubén Rocha. Ni en San Luis Potosí donde aparecen Juan Ramiro Robledo, Primo Dothé y Adrián Esper. Finalmente está Guerrero donde según la encuesta que se le filtró a Morena, la cual fue después negada su existencia, es Félix Salgado quien encabeza las preferencias, seguido de Beatriz Mojica, Adela Román y Pablo Amílcar Sandoval, la cuál, hay que decirlo, ha sido descalificada por la dirigencia así como por la mayoría de los contendientes, con excepción de Salgado Macedonio que la ha tomado como bandera para reclamarse ganador. Sólo queda esperar y ya no queda mucho tiempo, aunque el plazo para registrar al candidato o candidata vence hasta el 15 de febrero, pero debe haber un tiempo para la reconciliación y subsanar los daños.