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Ilich en la disputa por Acapulco

 


 Por Julio Zenón Flores Salgado

Al acercarse la fecha fatal para que los partidos políticos con presencia en Guerrero registren sus alianzas y coaliciones que incrementen sus posibilidades de ganar la elección de presidente municipal de Acapulco, en el horizonte la disputa por el municipio aparece como la lucha por un botín, que semeja un premio de consolación para quienes no logren salir airosos de la pugna por la gubernatura del estado.

En ese terreno, los aspirantes al gobierno municipal tienen que irse acoplando a los aspirantes estatales, mientras consiguen hacerse notar, construir estructuras y darse a conocer entre el electorado, más de 650 mil según el INE, ya sea para mantenerlo en poder de Morena, que actualmente gobierna o arrebatarlo del partido de López Obrador para regresarlo a la senda del control del PRI o del PRD.

De ahí que no baste para los aspirantes ser conocidos, o tener experiencia o buena formación académica o carisma, ser jóvenes o de las viejas generaciones, tener un partido fuerte detrás, un buen padrino o una identificación ciudadana. Es necesario también, y quizás sea lo más importante, tener una gran capacidad de operación política, para tejer las alianzas necesarias, primero dentro de su partido y luego afuera, con la población: para ganar la elección primero hay que ser candidato.

En la larga lista de aspirantes aparecen desde incautos que creen que con hacer videos semanales de algunos minutos de duración apoyándose en la mercadotecnia digital tan de moda, tienen alguna posibilidad de ganar la elección o al menos que les den una regiduría, hasta los aspirantes de siempre, marginados por sus propios partidos y perdedores de elecciones, pese a lo cual no quitan el dedo del renglón, junto a personajes mediocres que sólo están porque son familiares de alguien y están a la espera de que éstos los coloquen como punteros, aunque no garanticen ni un distrito local.

Morena lleva mano sin duda. Tiene la opción de reelegir a su actual alcaldesa Adela Román Ocampo, que pese a lo que se diga no ha hecho un mal papel y representa la punta de la lucha de las mujeres por hacerse valer en un medio dominado por el machismo, hasta entre las mujeres metidas a la política, o de renovar la alcaldía a través de uno de sus cuadros de mayor formación, relaciones, experiencia, infraestructura e ideas nuevas y frescas.

Todas las encuestas dan por ganador a ese partido, opte por el candidato que opte, sin embargo, nada es seguro. La experiencia de Hidalgo y Coahuila enseñó lo alejadas que pueden estar las mediciones de la realidad, sobre todo cuando le apuestan al teléfono como mecanismo para levantar la muestra, y se realizan desde call centers localizados en Monterrey, a miles de kilómetros de la realidad acapulqueña.

Si la experiencia de Hidalgo y Tamaulipas sirve de algo, no se debe descartar que una alianza del PRI con el PRD y eventualmente, con el PAN, puedan arrebatar a Morena la conducción del municipio más importante del estado, sobre todo si se considera el constante golpeteo a la alcaldesa Román Ocampo, tanto desde fuera, como dentro del partido Morena y desde su propio Cabildo y administración.

Por eso cobra relevancia y llaman la atención pocas figuras en Morena, por ser competitivos por sí mismos y que le aportan al partido y que pueden, en caso de no ir por la reelección, garantizarle continuar al frente del gobierno local.

En ese terreno se ubica el joven regidor Ilich Augusto Lozano Herrera, politólogo de profesión y con una historia vinculada a las luchas por mejorar las condiciones del pueblo de Acapulco, prácticamente desde su nacimiento hace más de 30 años.

Lozano Herrera nació prácticamente en la izquierda y sus primeras lecciones las aprendió de su madre, Rosario Herrera Ascencio, trabajadora de la salud, luchadora social desde sus años como universitaria y cercana al movimiento guerrillero, que sufrió la pérdida de muchos de sus amigos y compañeros en la llamada guerra sucia de los años 70 y los 80; formada en el marxismo leninismo consecuente, siempre solidaria con los movimientos internacionales de los pueblos, formó a su hijo en los más grandes valores de la paz, la democracia, el respeto al trabajo, el compromiso con el pueblo y con las ideas progresistas y el desarrollo.

Junto a ella incursionó desde niño en las luchas populares y posteriormente, cuando tuvo edad para militar en un partido participó como regidor, como diputado local, como diputado federal, lo que le dio las relaciones necesarias y posteriormente como síndico procurador y ahora como regidor, lo que le proporcionó el conocimiento de las entrañas del poder municipal, de sus fallas y sus virtudes.

Durante ese tiempo, además de buenas relaciones políticas y formación teórica, pudo construir una estructura territorial que nadie más de sus compañeros de partido ha sido capaz de mostrar hasta ahora. No ha necesitado de ir acompañado de ningún personaje nacional para mostrar el músculo en colonias, barrios y comunidades, a pesar de la contingencia, que le coloca como uno de los más adecuados para ser el candidato de Morena.

Su nombre seguramente ya está en la mesa de análisis de lo dirigentes Morena, junto a los de un par de representantes del poder legislativo que tampoco harían un mal papel (luego hablaremos de ellos), a la espera de que se elija la mejor carta.

Como van las cosas, solo una mala decisión centralista influida por el amiguismo o la cercanía familiar, le podría descarrilar y en caso de que eso ocurra, la coalición opositora a Morena, estará ahí para cobrar la plusvalía, por ese grave error político.

 



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Portal editado por JULIO ZENÓN FLORES SALGADO.- Periodista y escritor. Licenciado en ciencias de la comunicación, maestrante en Ciencia Política y diplomado en MKT digital; Columnista en La Jornada Guerrero, Enfoque informativo y en Redes del Sur. www.facebook.com/trasfondoinformativo, Escríbenos a zenon71@hotmail y suscríbete en el canal de youtube trasfondo informativo

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