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¿Guerrero, para el bando de Ebrard?



Por Julio Zenón Flores Salgado

A la mayoría de los analistas de Guerrero les falta mundo; les falta barrio, como se dice ahora, para ver el árbol sin perder de vista el bosque, al hablar de la elección interna de Morena para definir a su candidato a gobernador.

“Guerrero es un caso aparte”, se desgañitan quienes están a favor de uno u otro aspirante; todo cambio nacional pasa por Guerrero, advierten otros y los más osados claman que aquí están despertando al tigre, que tiene forma de toro. Y no es que se equivoquen, lo que dicen es cierto, lo malo es que si se quedan en eso tienen un panorama incompleto del proceso que vive Morena en el plano nacional y no solo me refiero al territorio, sino al tema fundamental del rumbo de la 4T, en la que todos dicen creer, pero por la que nadie quiere sacrificar ni siquiera un fin de semana, menos aún tres años o un sexenio fuera del presupuesto.

O Actúan con miopía severa y no ven más allá de sus narices, o aún sabiendo que Guerrero es un caso nacional, se visten de chouvinismo ramplón, para tratar de agradar a uno de los aspirantes que ya les habrá ofrecido cargos y dinero cuando ocupe la silla que cree merecer.

Desde el principio se supo que no solo Guerrero, sino los 15 estados que elegirán gobernador y las 32 entidades que cambiarán a sus diputados federales, tendrían que acordarse en el marco nacional y, por si acaso hiciera falta, el Instituto Nacional Electoral (INE) puso el candado que hacía falta: la equidad de género, que no se puede aplicar si se considera cada elección por separado, se aplica cuando se mira de conjunto el total de gobernadores a elegir.

Son 15 los gobernadores a elegir y de esos la mitad deberán ser mujeres, acordó el INE y, aun cuando me rebatan diciendo que el Tribunal Electoral del poder judicial de la federación (TEPJF) frenó al INE, les tendríamos que aclarar que de todos modos recomendó que se considerara dar la mitad de los espacios a las mujeres y que Morena lo asumió por voluntad propia. En todo el proceso prevaleció el aspecto nacional de las elecciones locales.

Con esa visión nacional, Morena previó enviar a sus cuadros a los estados que pudieran consolidar a la 4T, lo que implica pensar más allá de un movimiento y actuar como partido y aún más, empezar a gobernar las entidades, con los fundamentos de la nueva ideología que impulsa el presidente Andrés Manuel López Obrador, al mismo tiempo que quienes ya ven cerca el 2024 arrancaron la conquista de espacios para cuando llegue la guerra de posiciones.

REPARTO NACIONAL

Por eso, Morena prefirió proponer a Clara Luz Flores, alcaldesa de Escobedo, a la gubernatura de Nuevo León, porque ella es del PRI vía el PVEM y su esposo es el hombre más poderoso de los sindicatos de NL, quien por cierto ayudó al Bronco a ganar, en vez de quedarse con Tatiana Clouthier y por eso en Zacatecas se decantaron por David Monreal, hermano del poderoso coordinador del Senado, Ricardo Monreal y en Tlaxcala cedieron el espacio a Lorena Cuellar, ex delegada federal y Sonora a Alfonso Durazo, así como a Layda Sansores en Campeche.

Veamos: En Nuevo León, al darle la candidatura a Clara Luz, amarran al PVEM para mantener la mayoría junto con Morena en las diputaciones federales, que no lograron en NL en el 2018 y, además, jalan al operador territorial que es priista y que le ayudó al Bronco a ganar en la pasada elección; en Zacatecas Ricardo Monreal obtiene, digamos, “su cuota” (no podía llevarse dos espacios Guerrero y Zacatecas, por lo cual debió ceder uno), en Campeche, Layda es cuota de Yeidkcol Polevsnki; en Baja California, la alcaldesa de Mexicali es cuota de Mario Delgado y de la Asociación de autoridades municipales que controla Morena.

Guerrero, según ese esquema nacional imaginario debería ser cuota para Marcelo Ebrard en un tácito acuerdo coyuntural con los llamados “puros” de John Ackerman y Claudia Sheimbaun, lo que dejaría a un lado al popular Félix Salgado.

Las fuerzas locales, que son muy importantes, sólo adquieren un peso relativo en la medida en que se encadenan a las fuerzas nacionales y al objetivo táctico de la 4T que es conseguir la mayoría de diputados federales y las gubernaturas estratégicas para garantizar la sucesión en el 2024.

En ese contexto, Félix Salgado juega como carta negociada por Ricardo Monreal, quien ya sabía desde el principio que tendría que elegir, tarde o temprano, entre el toro y su hermano David y que por lo tanto tendría que dejar al calentano a sus propias fuerzas, sin embargo, se preparó para ese momento enviando a Guerrero al senador Salomón Jara, un oaxaqueño de todas sus confianzas y amiguísimo de Salgado Macedonio (hasta el mismo tipo de calzado usan) para mantenerlo tranquilo y bajo control, mientras que Marcelo podría reclamar el espacio, con una esperada oposición de los locales.

EL CASO DEL TORO

En el ajedrez nacional, parece que Guerrero ya no es para el equipo de Monreal (y eso no quiere decir que éste se quede brazos cruzados) y Félix, como su pieza, puede cambiar de equipo o seguirlo.

Finalmente, Félix aparece como un toro acorralado. Abandonado por su coordinador Monreal, engañado (así se siente él) por su amigo el senador Jara y distanciado del sector femenino por una vieja carpeta de investigación que explota su lado de don juan (como sus enemigos no se atreven a acusarlo de algo más, explotan lo que parece evidente: su debilidad por el sexo femenino), ante lo cual puede optar por buscar la candidatura por otro partido (hay quienes creen que tiene el poder de convocatoria para ganar solo, sin Morena) para lo cual tiene media docena de partidos que lo recibirían gustosos o bien, quedarse a terminar su periodo en el Senado a cambio de posiciones para sus seguidores y del veto al aspirante al que ve como imposición, Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros.

Pero lo que parece estar en juego ya no es sólo quien aporte votos en el 2021 y ayude en el 2024, sino también el aporte de ideas, de fundamentos para consolidar la 4T y que deje de ser un movimiento para ser un partido y un ideario que guíe al país por el rumbo lopezobradorista.

Con esa lupa, utópicamente, si se considera que Félix, pese a su audacia no aporta más a la izquierda y si se frena a Pablo Sandoval (con el poder del veto del felixismo), se abriría la oportunidad a las mujeres, pero teóricamente tendría que considerarse a todos los demás, desde Luis Walton, Beatriz Mojica o Adela Román, hasta los de pequeña talla como Marcial Rodríguez, Antonio Helguera, Ernesto Payán Cortinas, Genaro Vázquez Solís, Arturo Martínez Núñez, Nicolás Chávez, Eloy Cisneros, Alberto López, Nestora Salgado y Dante Figueroa, cuya presencia y reacción son más o menos una incógnita.

¿FÉLIX ABRIRIA ESPACIO A UNA MUJER?

Ante la enérgica reacción de Félix y sus seguidores, es previsible que Marcelo Ebrard busque tejer alianzas en Guerrero, con otros personajes para apuntalar y finalmente rescatar la posición que le corresponde: en ese contexto le puede ayudar quien ha sido su socio en el pasado, Luis Walton (sin que éste se constituya en una alternativa en sí), como vía para entablar una alianza con las mujeres de Guerrero y del país, que como se sabe, son parte de un sector que reclama espacios en la política y le haría ver muy bien en el contexto mundial en el que él se mueve. Eso podría explicar la no tan clandestina reunión que el empresario tuvo con la alcaldesa de Acapulco.

En el terreno de la reivindicación de las mujeres, ya Morena viene avanzando con rostros presentables como Clara Luz Flores, Lorena Cuellar y Marina del Pilar Ávila, por lo cual, se vería muy bien que en caso de que Félix ejerza su poder de veto y Pablo quede fuera, el partido se decante por una mujer en Guerrero. Si fuera Félix quien propusiera que el candidato fuera mujer, sería una salida de lujo para el calentano, pues lo haría ver caballeroso y con ello limpiarse de la mala imagen que se le ha tejido en los grupos feministas.

En ese caso, la carta que más aporta al movimiento nacional de mujeres, por sus propuestas, tanto del nuevo pacto fiscal, como de defensa de los espacios para su género y que ha sido víctima de violencia política de género, es la alcaldesa de Acapulco, Adela Román Ocampo, que se ha colocado ya en una plataforma nacional.

Su propia formación en el área jurídica y su experiencia en el ramo de la justicia, sería visto como la oportunidad de apuntalar lo avanzado por el actual gobernador Héctor Astudillo Flores, quien ha logrado una importante disminución de los índices de delitos.

O en su caso, no hay que ignorar a Beatriz Mojica Morga, quien ha sobrevivido en condiciones adversas en al menos dos ocasiones en que ha participado en elecciones sin ganar, pero que le han dejado muy cerca del triunfo.

 

PARA COMPLETAR EL ANÁLISIS:

*¿Félix se cambiaría al bando de Marcelo? Y, si así fuera, ¿sería postulado, pese a todo?xxx Portal editado por JULIO ZENÓN FLORES SALGADO.- Periodista y escritor. Licenciado en ciencias de la comunicación, maestrante en Ciencia Política y diplomado en MKT digital; Columnista en La Jornada Guerrero, Enfoque informativo y en Redes del Sur. www.facebook.com/trasfondoinformativo, Escríbenos a zenon71@hotmail y suscríbete en el canal de youtube trasfondo informativo

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