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INCURSIÓN A LA ZONA POBRE DE ACAPULCO, LA QUE NO CUENTA EN LAS ESCUESTAS



Por Julio Zenón Flores Salgado

La comitiva de media docena de vehículos subía por la pendiente, cuidándose de las curvas de la estrecha carretera que conduce a la comunidad de Las Joyas, en la zona alta del poblado del kilómetro 30, en la zona rural de Acapulco.

Al fondo, tras las espigas secas de una milpa pegada a la vía, apareció el villorrio, con apenas medio millar de habitantes y la necesaria pregunta ¿a qué viene la presidenta municipal de Acapulco, Adela Román Ocampo, a este lugar pequeño y alejado?

La duda flota, en el ambiente, aderezado de un desafinado “Chile Frito” (como llaman en Guerrero a las bandas sinfónicas de música de viento, casi siempre integrada con cornetas, trombón y otras percusiones) Y cuando el secretario de desarrollo urbano municipal, Arturo Salinas, informa que se construyó una calle y se instaló una techumbre de una cancha de usos múltiples, al lado de un jardín de niños, todo ello con una inversión de más de 2 millones de pesos, la duda crece: ¿por qué venir a enterrar este dinero, donde no habrá una votación significativa, donde por la lejanía, ni siquiera vino la prensa, para sacarle ventaja publicitaria?

Pareciera que la alcaldesa porteña, Román Ocampo, señalada -y admitido por ella- de querer convertirse en la candidata de Morena a la gubernatura de Guerrero, jugara más sus cartas. De aquí no se llevará más de diez votos y nunca serán contados en las encuestas de moda, cuyas mediciones sólo alcanzan a la clase media, que tiene un teléfono y tiempo para responder la sarta de preguntas mal almidonadas.

Y en lugar del acto electorero que fuimos a buscar. Encontramos el discurso de uno de los habitantes, Juan Loaeza, que dice que es la primera vez que viene un presidente municipal a esta localidad y aprovecha para pedir un puente, para salvar un Arroyo que crece y los aísla en la época de lluvias y, agrega, la apertura de un camino que los una a Sabanillas, a cuatro kilómetros de ahí, que ya le fue solicitado al presidente Andrés Manuel López Obrador.



Loeza, argumenta que en esa zona hay 380 productores, entre agricultores y ganaderos, que viven de la calabaza, el maíz, la Jamaica y otros productos…y ya entrado en gastos, solicita también que el ayuntamiento le pague la renta de una bodega para acopiar maíz, cuyo propietario les cobra 5 mil pesos al mes. Dice que los campesinos están felices porque, al fin, el presidente Andrés Manuel López Obrador, ha establecido un precio de garantía favorable a los jornaleros.

Para entender ese viaje, al medio día, con el sol arriba calentando a más de 33 grados, el cerro, hay que saborear la exquisita barbacoa de pollo que llega en una vieja y ahumada olla de peltre que alguna vez fue azul y la gentileza con que lo ofrecen a los visitantes, junto a vasos de agua de la Jamaica que aquí se cosecha, pero sobre todo, hay que escudriñar en el discurso de la alcaldesa, e la parte que no alcanzará a ser retomado en los boletines de prensa: La sorpresa que le causó a la primer edil cuando Acapulco fue seleccionada por López Obrador, como uno de los 16 municipios con mayor pobreza del país, cuyos máximos representantes están en la zona rural, donde 20 de cada de cien habitantes siguen en el analfabetismo y donde apenas sobreviven comiendo como pueden.



Entonces es cuando se entiende: No habrá votos, pero si la satisfacción de cumplir la palabra empeñada y restarle un grano de arena a la montaña de pobreza en la que vive la zona rural de Acapulco.

“Somos un gobierno muy comprometido con la gente, somos un gobierno cercano a la sociedad y comulgamos con la política del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador: primero los pobres, primero las clases más desprotegidas”, expresó la primera autoridad de Acapulco durante la gira de trabajo sabatina.



Después de la barbacoa en ese lugar donde por cierto el COVID-19 no ha llegado, la comitiva enfiló rumbo a Texca, otro pueblito de la zona rural de Acapulco, donde se cortó el listón inaugural de la calle Cerrada Vicente Guerrero, misma que cuenta con una obra inducida de drenaje sanitario. Esta vialidad conecta con la escuela primaria que también lleva el nombre del expresidente de México nacido en Tixtla, Guerrero. Es una calle que después de 80 años ha sido pavimentada con concreto hidráulico, por la primera presidenta municipal constitucional de Acapulco.



Los globos blancos y azules de la fiesta debieron hacer una pausa -ante el azoro de la quinceañera que se sumó a los aplausos de los presentes por la obra al pie de la escuela, al escuchar aquí a la alcaldesa Adela Román, quien reiteró su compromiso con los habitantes de la zona rural, “queremos que nuestra gente viva bien, que se arraigue en sus comunidades y que pongan lo mejor de sí, para que juntos Gobierno y sociedad podamos mejorar las comunidades”.

La comitiva espero a que la primera edil terminara su discurso y comenzaron a bajar la empinada cuesta, tomando fotos de los valles que se abrían al fondo, donde sobresalían las parotas, esos árboles de enorme copa, que además de sombra, dan leyendas, acá en la zona rural de Acapulco, como una que asegura que quien su cumple su palabra en Texca, verá un manantial lleno de agua y recibirá lo que pida…incluso una gubernatura o una reelección.

   


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Portal editado por JULIO ZENÓN FLORES SALGADO.- Periodista y escritor. Licenciado en ciencias de la comunicación, maestrante en Ciencia Política y diplomado en MKT digital; Columnista en La Jornada Guerrero, Enfoque informativo y en Redes del Sur. www.facebook.com/trasfondoinformativo, Escríbenos a zenon71@hotmail y suscríbete en el canal de youtube trasfondo informativo

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1 Comentarios

  1. Excelente nota, esperemos que la justicia social alcance a las comunidades olvidadas hasta por dios

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