Por Julio Zenón Flores Salgado
Si fuéramos maliciosos, pensaríamos que la crítica del
regidor del PRD en Acapulco, Víctor Aguirre Alcaide, a la presidenta municipal
de Acapulco, Adela Román Ocampo, durante su segundo informe de gobierno y la
respuesta a botepronto de la primera edil, fue un acuerdo entre ambos, a
valores entendidos, para conseguir que fuera ella quien lo “destapara” en su
aspiración para competir por la presidencia municipal del puerto.
Pero, aunque respetuosos, los señalamientos del perredista
fueron contundentes. Pareciera haber hecho un rastrilleo por las redes sociales
y colonias, para retomar lo más evidente de la crítica hacia la administración
municipal: falta de agua, profundización de las deficiencias en CAPAMA, aumento
de la deuda a la CFE, la inseguridad y el descontento de algunos sectores de la
zona turística por la colocación de gallardetes de plástico en la Costera,
donde se supone que está prohibido hacerlo, por la contaminación y por el costo
que puedan representar en un momento en que la ciudadanía está más preocupada
por comer y tener trabajo.
Si Víctor Aguirre hubiera querido “destaparse” por la
candidatura y hacer un discurso llamativo para los electores, no hubiera
encontrado un mejor momento que ese, en que los principales medios de prensa
trasmitían, muchos de ellos en vivo, incluyendo las propias plataformas del
gobierno municipal y ante una buena parte de la clase política local.
La alcaldesa en realidad quiso ser irónica, descalificar la
crítica del regidor, pero al contrario, su expresión de “Víctor está ensayando
para su campaña: le deseo éxito”, sonó como un reconocimiento, que hizo voltear
los ojos hacia el edil que por lo menos pareció mejor articulado que el resto
de los regidores que hicieron uso de la palabra y movió a la reflexión acerca
de sí éste sería o no un buen candidato de la oposición para suceder a Adela
Román, en las elecciones del 2021.
La realidad es que Aguirre Alcaide además de regidor ya fue diputado
y funcionario municipal y estatal, secretario de desarrollo social y
coordinador del Coplademun, entre otros cargos, lo que le da experiencia en los
asuntos de la administración municipal, mientras que en el terreno político es
dirigente de una organización perredista conocida como Unidad de Izquierda
Guerrerense (UIG), que mantiene una alianza con la de Nueva Mayoría, que dirige
el ex alcalde Evodio Velázquez Aguirre y cierta cercanía con Izquierda Progresista
de Guerrero (IPG) del ex gobernador Ángel Aguirre Rivero, todo lo cual,
efectivamente lo convierte en el más probable candidato del PRD a la alcaldía.
El partido del sol azteca, sin embargo, no parece estar en
el mejor momento para ganar una elección en Acapulco y se prepara para ir en
alianza con algún otro partido de oposición, para intentar arrebatar a Morena
la alcaldía, lo cual parece una tarea nada fácil.
Más allá de ser el más probable candidato del PRD, Víctor
Aguirre, para ser un aspirante serio a la alcaldía, necesitaría ser también el
más probable o el idóneo, también de los otros partidos políticos que podrían
construir esa alianza: PRI, PAN, MC, pero cada uno de ellos tiene también a sus
propios “probables”.
Aguirre Alcaide necesita no solamente hacer un buen discurso
opositor, como el que hizo en el informe, sino hacer buenos amarres políticos
con los otros partidos, para que el PAN lo prefiera a él y no a su propia
propuesta Luis Fontova, para que MC lo vea también como el mejor candidato, por
encima de Julián López, y para que el PRI lo valore mejor que a Sofío Ramírez o
que a René Juárez Cisneros o Julieta Fernández Márquez.
Necesitará, Víctor Aguirre, que su tocayo de apellido, Ángel
Aguirre Rivero, tampoco vaya por la candidatura del PRD o que su vinculación al
caso Ayotzinapa se lo impida, pues el costachiquense sueña también con la
candidatura, ésta o cualquier otra, porque su ser político no le permite
quedarse quieto y ahí está, al acecho de una oportunidad.
Como se ve, no es fácil que se cumpla el vaticinio de la
alcaldesa Adela Román Ocampo, de que el discurso crítico de Aguirre Alcaide
haya sido un ensayo de su campaña por venir, pero tampoco es imposible de que
así sea, en el marco de una alianza amplia, que le permita al regidor ser el
candidato de unidad y ganar la presidencia municipal del puerto.
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