MIRADA INTERIOR
POR: ISAÍAS ALANÍS
En este México que se acerca al tiempo de las calacas, no por los mas de 70 mil muertos por el SarCovid-19, tampoco por los 60 millones de pobres o por los vestidos de la esposa del presidente, el desplegado en donde se acusa al actual gobierno de impedir la libre expresión, podría causar otro berrinche a los promotores, Enrique Krauze y Héctor Aguilar Camín, la paradoja es que niegan que exista la libertad de expresión en México, ¿entonces como fue publicado su desplegado en diarios nacionales?.
El 25 de noviembre de 1911 se firma el Plan de Ayala, en Ayoxuxtla, Emiliano Zapata, y lo reafirma en Ciudad Ayala de donde toma el nombre de Plan de Ayala el 28 de noviembre del mismo año. En ese documento histórico, Zapata desconocía a Francisco I. Madero, por no cumplir con los postulados de la revolución agrarista que el mártir de Chinameca encabezara. En los 15 puntos, firmado por Emiliano Zapata, Próculo Capistrán, Eufemio Zapata, Otilio Montaño y otros seguidores, la historia registra las palabras de Zapata dichas a los firmantes, “los que no tengan miedo, que pasen a firmar”.
El desplegado signado por intelectuales en contra del Presidente López Obrador, la intención es contraria a los firmantes del Plan de Ayala. Aguilar Camín y Krauze, enviaron vía correo electrónico la petición a los que serían futuros sublevados. Muchos académicos no cayeron en el garlito. Lo extraño es que los interfectos mensajeros, han visto mermados sus negocios con el gobierno actual. ¿Se les acabo la chichi? Palabras textuales del filosofo de Cuahuchiles. Las firmas de los 650 intelectuales, incluyendo a “trabajadores y allegados a Krauze y Aguilar Camín”, señalaron con enjundia: “la libertad de expresión está bajo asedio en México. Con ello, está amenazada la democracia. El presidente López Obrador utiliza un discurso permanente de estigmatización y difamación contra los que él llama sus adversarios”. Y la diferencia entre los firmantes de hoy con los del Plan de Ayala, los primeros buscan salvar intereses personales y sirven a grupos de poder que han visto afectados sus intereses, los zapatistas, firmaron por un cambio para los campesinos, la restitución de sus tierras, entre otros puntos.
En otro momento, Carlos Salians, le ordenó al entonces Gobernador de Morelos, Antonio Riva Palacio, que viejos luchadores zapatistas asistieran a la firma de la reforma del artículo 27 constitucional, con el cual se privatizó el ejido. La mayoría no aceptó. Uno que scudió, me comentaría días después, en mi casa con una copa de mezcal de Palpan en la mano: “el hijo de la chingada de Salinas, dispuso que fuera en el salon Carranza de los Pinos, nos sentaron en una mesota, luego llego Salinas, y cuando nos pidió que firmaramos, nos dijo, echándonos unos ojos de fuego; “Como dijo Emiliano Zapata, los que no tengan miedo que pasen a firmar”, y nos echó otra mirada amenazante. Sentado con el cuadro de Carranza en su pelona, se consumó la muerte de la revolución con ese hijo de la chingada, y hasta el día de mi muerte voy a estar arrepentido de haber asistido”.
Y en el centro de este debate amañado, nadie ve, que los empresarios estan pagando impuestos que se birlaban gracias a la complicidad de gobiernos anteriores, a la delincuencia organizada le congelan cuentas millonarias: “con información del Consejo de la Judicatura Federal, datos de la Fiscalía General de la República y, el número de denuncias presentadas entre otras instancias por la UIF, se presenta un monto estimado de un billón de pesos entre 2016 y 2018, como ganancias de los grupos delictivos, dijo Nieto Castillo en la presentación de la Evaluación nacional de riesgos de lavado de dinero y financiamiento al terrorismo (ENR)”. Y remarca la información Santiago Nieto Castillo en conferencia en Palacio Nacional: “en lo que va del sexenio los montos bloqueados a estas organizaciones consideradas la principal amenaza a la seguridad ascienden a 5 mil 678 millones de pesos y 344 millones de dólares, y se han congelado 25 mil 337 cuentas”. (La Jornada 22/sep/2020). A esta cifra hay que sumar, a empresarios que no pagaban, flujo de dinero sucio que lavan todavía, a la complicidad de los bancos, funcionarios que diseñaron las factureras fachada, la “estafa maestra”, venta de costas y montañas, compra de empresas chatarra, etc.
En vez de machacar que México es un país dividido, en redes sociales, diarios que han visto mermadas sus millonarias ganacias, empresas de radio y televisión por lo mismo, habría que promover un debate que estas manifestaciones son propias de una republica. Se le van a la yugular al presidente porque dicen que es autoritario, terco, ¿Acaso de Calles a Peña Nieto no lo fueron? Y todos los que ahora airados protestan, en ese entonces, estaban calladitos y peinados con moco de guajolote se veían bien.
La respuesta a la carta de Aguilar Camín y Krauze, la promovió Rafael Barajas, el Fisgón, extraordinario cartonista; con el desplegado: “En defensa de la libertad de expresión, y “Por la libertad, contra la privatización de la palabra”, que en pocos días ha reunido 28,000 firmantes, y en el cual, “se niega que la libertad de expresión esté bajo asedio”.
¿Las 650 firma de intelectuales y cuates, queda suspendida en el vacío como las casas de campaña instaladas en la Avenida Reforma por neocristeros? Manifestaciones que en una democracia, corroboran la existencia de la libertad de expresión y manifestación y que en el contexto de ataques al presidente, significan la sanidad de la republica.
Retomando las enseñanzas del Filósofo de Cuahuchiles; “para que tanto brinco si el suelo esta parejo”. Y en esa línea se desintonizan las reyertas por la presidencia de Morena. El dos veces Presidente del PRI y PRD, ahora suspirante por Morena, Porfirio Muñoz Ledo, ha armado una campaña contra Marcelo Ebrard. En el viejo PRI autoritario, todo se ordenaba desde los Pinos, incluyendo a los partidos satelitales. Veremos cuál será la respuesta del AMLO. ¿Cara o cruz?
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