*Y otro Aguirre para Acapulco
Por Julio Zenón Flores Salgado
Se dice que en política las casualidades no existen y la
publicación este martes de la resolución de un juez que ampara al ex alcalde perredista
de Iguala, José Luis Abarca, preso bajo la acusación de haber sido el
responsable intelectual de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa en
septiembre del 2014, ocurre a unos días de que el ex gobernador, Ángel Aguirre
Rivero, mostró músculo en un escrito con su firma en donde exhibe una amplia gama
de políticos de todos los partidos que le deberían favores y serían sus
potenciales aliados o simpatizantes.
Para nadie es un secreto que Ángel Aguirre Rivero sigue
siendo el político de referencia en Guerrero, el que encabeza los esfuerzos por
constituir una alianza de los partidos de oposición a Morena que pondría en
apuros al partido del presidente Andrés Manuel López Obrador, para ganar la gubernatura
en 2021 y, si la alianza es amplia, hasta hacerle perder diputaciones locales y
federales al partido guinda.
Y es que de por sí las cosas no están tan sencillas para
Morena en Guerrero, ya que por un lado se están golpeando internamente los tres
principales aspirantes por ese partido, el delegado Pablo Amilcar Sandoval
Ballesteros, que representa al morenismo duro y puro, el senador Félix Salgado Macedonio,
que representa al pueblo llano que lo ve como su igual y la alcaldesa de Acapulco
Adela Román Ocampo, que representa a las mujeres de la 4T en la entidad y da la
impresión de que si abandera al partido uno de ellos, los seguidores de los
otros dos podrían apoyar a la oposición.
Por otro lado, es un hecho que, aunque AMLO ha podido
trasferir una buena parte de su preferencia al partido, la realidad es que esta
vez él no estará en la boleta y que a nivel regional ya hay una buena parte de
electores que se sienten decepcionados y hasta arrepentidos de haber votado 5
de 5, llevando al poder a personas que hicieron un triste papel y no respondieron
a las expectativas populares.
Otro hecho es que las elecciones intermedias hacen bajar el
nivel de participación en las urnas y que en ese momento cuentan más las
estructuras territoriales de los partidos políticos y sus votos duros llegan a
determinar los resultados y si a eso se suma que con todo y AMLO en la boleta
Morena sólo pudo ganar 16 de los 81 municipios de Guerrero, entonces se tiene
un panorama al menos competitivo, entre la marca Morena y la capacidad de las
estructuras de los partidos de oposición, que por separado son débiles, pero
unidas podrían representar un formidable adversario en el 2021.
De ahí que el impulso que trae Aguirre Rivero en la
conformación de la gran alianza opositora, que incluiría hasta una parte de
Morena (como mostró Aguirre al abrir sus cartas) podría estar preocupando en
los altos niveles del partido de AMLO, donde, además, están inmersos en un
proceso interno desgastante para elegir presidente y secretario general a nivel
nacional.
Una conclusión lógica es que, si la oposición hoy desarticulada
y sin personajes fuertes que la unan, depende casi por completo del liderazgo
del político de Ometepec y que el lado débil de éste es el caso Ayotzinapa,
cuyo resultad depende totalmente del manejo que le de el gobierno federal, es
decir, del gobierno de Morena, de López Obrador.
¿Cómo influiría en ese sentido, en el humor social, en el
estado de Guerrero y en el ánimo de los familiares de los desaparecidos de
Ayotzinapa, una eventual liberación del ex alcalde Abarca y cuál sería la reacción
hacia quien fue el gobernador en la fecha de la desaparición?
Como se ve, la posición de Aguirre Rivero en realidad es
frágil, pero su habilidad política le ha servido para vender esperanzas, con
esa capacidad y carisma que lo hacen ser un verdadero seductor de la política.
LIDERAZGOS REGIONALES
Mientras tanto, la oposición se ha centrado hasta ahora en
tratar de colocar cuadros en las regiones que puedan abanderarse bajo el paraguas
de una hipotética alianza que aún no se ve nada clara, con la intención de
mantener los espacios que ganaron en los municipios, 64 de los 81, y recuperar
los distritos locales y federales sumando sus votos esas demarcaciones.
Han dejado, por lo pronto, de lado la inquietud por saber si
para la gubernatura llevarán a un priista o a un independiente, es decir a
Manuel Añorve Baños o Javier Taja Ramírez (por el tricolor) o el otro Javier,
el de la UAGro, Saldaña Almazán, el águila que anda muy apachado por el
gobernador Héctor Astudillo Flores, para ir avanzando en los municipios.
Por eso en Chilpancingo se ha posicionado a Alberto Catalán
Bastida, quien tiene mucho trabajo por delante para escalar en las preferencias
porque hasta ahora no le ha ido nada bien y de no conseguirlo bien podría ser superado
por Mario Moreno Arcos o por Tulio Pérez Calvo, del PRI.
Por su parte en Acapulco, la oposición sólo parece tener una
carta que se ha venido consolidando, para dar la batalla, una vez que la
alcaldesa Adela Román Ocampo deje la posición para buscar la gubernatura por Morena
y se abra en ese partido la lucha interna para retener esa posición para algún
otro de sus cuadros, que, por cierto, aspirantes pululan.
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