Por Julio Zenón Flores
El gobernador de Guerrero Héctor Astudillo Flores,
aprovechó los reflectores que atrajo el cambio de la mesa directiva del grupo
Aca, para fijar su posición con respecto a la elección de quién habrá de ser su
sucesor en el 2021.
El mandatario ubicó bien los tiempos, pues sabe que
comienza en el 2020 su quinto año de gobierno y con el recrudecimiento de las
actividades de quienes se están acomodando para salir en la foto, como
coloquialmente se dice de las pasarelas de quienes obtendrán alguna posición en
la rebatinga que se avecina, también llega el golpeteo a su gobierno.
El gobernador dio a entender en el discurso pronunciado
ante el grupo Aca, en el puerto de Acapulco, que está preparado para eso. “Hay
que saber ganar, hay que saber mantenerse y hay que prepararse para dejar el
poder”, dijo.
Recordó que antes de ganar la gubernatura pasó por una
derrota y que eso le ha permitido tener los pies firmes sobre la tierra.
En resumen, sabe lo que viene y plantea su postura ante el
porvenir.
La postura de Astudillo no es la postura de un gobernador
en situación digamos normal, es la de un gobernador que atraviesa por un cambio
de régimen y que tiene como opción oponerse para ser fiel al viejo régimen que
le formó y le dio posición y carrera política, o asimilar que llegó la hora del
cambio y formar parte de él.
El gobernador parece haberse decantado por esto último.
Ser parte del cambio, sin embargo, no significa,
necesariamente, enrolarse en el partido emergente, como lo hace un sinfín de
oportunistas que como ratas que ven que se hunde el barco en el que navegaban,
saltan a la nueva y boyante nave.
Para Astudillo, al parecer, ser parte del cambio significa
alejarse de las viejas prácticas del corporativismo priista y empujar dentro
del mismo tricolor un cambio de mentalidad, para sacudirse de los vicios que
les llevaron a perder el poder y la credibilidad entre la ciudadanía.
Por eso, en el discurso se cuidó se mencionar a todos los
aspirantes presentes en ese evento, hasta aquellos que aunque han dicho que
quieren no tienen la menor posibilidad de acceder siquiera a la competencia
real.
Y más allá el mensaje de “yo no estoy en la postura de
pelearme con nadie” fue también para quienes no estaban en ese recinto, los dos
senadores, Félix Salgado Macedonio (De Morena) y Manuel Añorve Baños, (del PRI)
que por ahora lideran las encuestas en sus respectivos partidos.
En realidad la postura del gobernador de Guerrero se alinea
con la postura del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador,
quien ha venido repitiendo una y otra vez, que no se meterá en los asuntos de
Morena, su partido, y que va en serio, lo ha dejado claro con su alejamiento
del proceso interno del partido guinda, lo que ha metido en un verdadero
atolladero a los cuatro personajes que aspiran a dirigirlo nacionalmente, pero
que les permitirá entrar al juego real de la política del acuerdo, en vez de
esperar los dictados de su jefe moral y guía político.
Ambas posturas, tanto al del presidente como la del
gobernador, necesariamente influirán en la definición de las candidaturas, en sus
respectivos partidos: tendrán que vérselas solos. No habrá un árbitro o mesías que
venga a poner orden. O se ponen de acuerdo los que tienen diferencias, o
acudirán a sus derrotas en los procesos electorales por venir.
En el caso de Morena, da la apariencia de que se fortalece
Félix Salgado, que lidera todas las encuestas, si se elige ese método para
definir candidato, pero también se fortalece Pablo Amilcar Sandoval
Ballesteros, que tiene la mayor estructura partidaria, si se definiera por
elección interna o acuerdo de corrientes.
Otra vertiente de Morena que sale ganando sin la intervención
de AMLO en la definición de candidatos del 2021, es Irma Eréndira Sandoval, si
se respetara la cláusula de que en esa elección Morena debe llevar candidata
mujer, por equidad de género.
En todos esos escenarios salen perdiendo quienes quieren
ser candidatos sin estar afiliados a Morena, pues esa circunstancia se dio
cuando necesitaban aliados y votos, no ahora que están consolidados.
En estos escenarios las posibilidades para externos en
Morena, son nulas. La candidatura se procesaría entre sus militantes.
En el caso del PRI se vuelve más complicado. Sin la
participación del gobernador en el proceso de selección, quedan fuera en
automático quienes no se han movido y estaban a la espera de que fuera el
gobernador el que los impusiera, diera la voz de salida y todas las fuerzas
tricolores marcharan unidas tras ellos con los banderines y las porras, rumbo a
la ratificación del gobierno priista en Guerrero, como era antaño.
Se fortalecen los que tienen vida política propia y capacidad
de acordar con los otros. La circunstancia favorecería a Manuel Añorve Baños,
que ha estado picando piedra, que ha hecho dos campañas y una precampaña y no
ha dejado de visitar el estado y aparece hoy sólo como la figura más
consolidada sino como el mejor posicionado en las encuestas.
Fuera de él, si el PRI no se puede poner de acuerdo, para
llevarlo como propuesta irreductible a un hipotético frente opositor; la
circunstancia se pondría a favor de los externos.
En el caso de los externos el más favorecido con esa
posibilidad sería el rector Javier Saldaña Almazán, un académico que conoce la problemática estatal desde el lado científico y, tiene de
su lado a la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGRO), con más de 80 mil
universitarios que hasta ahora lo han reelegido sin problema, mientras que otros,
como Rogelio Ortega o Luis Walton, ya han probado tener poco arrastre en
procesos electorales.
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Portal editado por JULIO ZENÓN FLORES SALGADO.- Periodista y escritor. Licenciado en ciencias de la comunicación, maestrante en Ciencia Política y diplomado en MKT digital; Columnista en La Jornada Guerrero, Enfoque informativo y en Redes del Sur. www.facebook.com/trasfondoinformativo, Escríbenos a zenon71@hotmail y suscríbete en el canal de youtube trasfondo informativo
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