TRASFONDO
Por JULIO ZENÓN FLORES SALGADO
Algo pasó en el puente de los días de muertos que sacudió a la
CAPAMA.
En esos días, la presidenta Adela Román, buscó en México los
enlaces y acuerdos necesarios para conseguir un rescate financiero del
organismo paramunicipal que, en confirmación del regidor Ilich Augusto Lozano
Herrera, "en cualquier otra parte ya se hubiera declarado en quiebra y se
hubiera cerrado", y, cuando aún no terminaba de desempacar sus maletas de regreso,
ya estaban en marcha algunas medidas contingentes, que, si bien no han resuelto
el problema de la falta de agua en una gran parte del puerto, metieron a la
CAPAMA en una dinámica no vista bajo la administración actual.
El jueves 31, en una poco usual conferencia de prensa realizada en
la sala de juntas de CAPAMA, operada desde el ayuntamiento y no desde la inútil
oficina que el director Leonel Galindo tiene para ese efecto, se anunció una
serie de medidas que estaban en marcha para afrontar la crisis de agua,
financiera y de credibilidad del organismo.
Fiel a su costumbre de inflar la información que no conoce bien,
el director Leonel Galindo dijo ahí que se esperaba que en pocos días -quizás
la próxima semana, aventuró-, la federación no sólo cancelaría el adeudo de 520
millones de pesos, sino que le aplicaría una tarifa especial agrícola que
permitiría bajar a la mitad el pago de luz por la CAPAMA; que pronto se
cambiaría el tubo que se llevó Narda en el río Papagayo del sistema de
captación de Lomas de Chapultepec, que se trasparentaría el tandeo de agua a
las colonias, por medios electrónicos y...que el 70 por ciento de la ciudad sí
tenía agua.
Las cifras fueron puestas en duda incluso por los convocantes a la
conferencia de prensa. 70 por ciento ni en su casa, murmuraron en corto.
Pero en esa conferencia sólo se vio una parte de lo que se venía;
en esencia, que la alcaldesa Adela Román ya estaba a cargo de la situación en
la CAPAMA y que la permanencia del director Leonel Galindo pendía de un hilo: se
ajustaba a la nueva estrategia de la presidenta o se iba.
De ahí se derivaron acciones vertiginosas; se sustituyó al oscuro
personaje que cobraba como jefe de Comunicación social, se cambió al inoperante
director Operativo y al director de Agua potable. Tres cambios importantes de
un sólo tajo.
Y al día siguiente el director Leonel Galindo ya había abandonado
el mullido sillón de su oficina de aire acondicionado y ya estaba recorriendo
la planta potabilizadora, desde donde se había mandado agua turbia y un SOS
porque dos módulos, que potabilizan 500 lps cada uno, estaban fuera de servicio
por nulo mantenimiento.
Lo que nunca había hecho, salir de la comodidad de sus oficinas,
lo comenzó a hacer, incluso empezó a participar en las mesas de trabajo con
líderes sociales, a las que siempre mandaba subalternos a dar largas a la
gente, empezó a ir y venir a las oficinas municipales, a reunirse una y otra
vez con los regidores, aunque por separado, e incluso se trasladó a Lomas de
Chapultepec, a dar fe de la entrega por parte de la CAPASEG, de los tubos
necesarios para rehabilitar ese sistema.
El tandeo se modificó de tal manera que el vital líquido llegó
increíblemente en fin de semana a las colonias más castigadas normalmente,
aunque todavía no a todas, y a costa de aquellas que antes no habían sentido el
terror de quedarse un día sin agua.
Incluso la atención a fugas y socavones, así como a denuncias de
falta de agua, se hizo más dinámica.
¿Qué cambió?
La primera respuesta es que hubo un fuerte jalón de orejas, que le
llevó al director a hacer lo que debió hacer desde meses atrás. Poner atención
a los problemas y a gente capaz en las áreas.
La pregunta inmediata es ¿por qué hasta ahora? ¿Por qué tuvieron
que esperar hasta que la situación saltó por toda la ciudad y desde la zona
turística hasta los medios de prensa nacionales al grado que la inconformidad
se filtró a los eventos oficiales de la alcaldesa?
La crisis de CAPAMA no comenzó con Narda y no se veía ninguna
acción para hacerle frente.
Los analistas estiman que si el director Leonel Galindo hubiese
asumido esa actitud desde que estalló la crisis, no habría tomado las
dimensiones que tomó, al grado de ser aprovechado por los enemigos políticos.
La respuesta, que algunos se dan, es que se pudo tratar de un
sabotaje desde las propias filas amigas, aplicando tortuguismo, para afectar
políticamente la figura de la alcaldesa a no ser que se trate simplemente de
incapacidad.
La estimación de un sabotaje puede sonar exagerado, pero no es
descabellado, si se considera que la alcaldesa es una aspirante natural a la
candidatura al gobierno estatal por Morena y que el agua es un elemento
altamente inestable y manejable políticamente, para especialistas en crisis.
Lo importante, con sabotaje o no, es que la primera edil ha tomado
el toro por los cuernos y que además de las medidas contingentes ya se habla en
los círculos cercanos a la primera edil, de un plan de rescate a fondo, que
retome lo iniciado por Samuel Peláez, que había comenzado el reordenamiento
administrativo cuando se vio precisado a salir de ahí.
En realidad, ahora sabemos, el rescate financiero depende de la
aprobación de la nueva Ley de Ingresos, que incluye la aprobación a CFE de
nuevas líneas que le permiten hacer mayores descuentos para resolver problemas
de cartera, que pueden llegar hasta el 80 por ciento de descuento del adeudo,
para saldarlos. Esa ley da pauta para que el adeudo de casi 600 millones que ya
tiene CAPAMA con CFE pueda quedar en 100-150 millones de pesos, mucho más
manejables, y meterlos a un plan de pagos flexible que le permita cumplir a la
paramunicipal y salir del riesgo de corte de energía eléctrica.
Una vez saliendo de ese riesgo, habrá que pensar en completar el
reordenamiento administrativo, que empezó Samuel Peláez, para frenar la
corrupción interna que sangra los recursos por doble vía: por las compras a
precios inflados y por los arreglos en el pago de los grandes consumidores y
con líderes de colonias, donde no se paga el agua, así como el tema de la
nómina –inflada por Leonel Galindo en casi 300 empleados nuevos en lo que lleva
en la administración- y en los perfiles de los puestos que se contraten.
Lo importante es que ya se comenzó…veremos hasta dónde llega.
La esperanza muere al último.
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