Isaías Arellano, Irma Eréndira Sandoval, Héctor Astudillo, Pablo Amilcar Sandoval, Javier Saldaña. Foto de Julio Zenón Flores Salgado |
Por JULIO ZENÓN FLORES SALGADO*
La comunicación no verbal es mucha veces más efectiva que la
verbal y el gobernador de Guerrero Héctor Astudillo Flores, dio una cátedra de
ello al cambiar el fastuoso evento en el que daría un discurso al pueblo de
Acapulco en el Forum Mundo Imperial este domingo por la mañana, por dos señales
muy claras de su tránsito a la nueva política, de su comprensión de la
coyuntura y su decisión de pasar del viejo al nuevo régimen como un verdadero
político político.
El gobernador Astudillo suspendió el discurso que daría en
la zona Diamante en solidaridad con el presidente Andrés Manuel López Obrador,
por la decisión tomada en Culiacán, donde el presidente “respaldó” la decisión
de su gabinete de seguridad para liberar a Ovidio Guzmán, hijo del Chapo, que
acababa de ser capturado en base a una orden de aprehensión con pedido de
extradición de los Estados Unidos.
A mismo tiempo, acudió al acto luctuoso en memoria de Pablo
Sandoval Ramírez, ex militante del Partido Comunista Mexicano (PCM) y fundador
del Partido Socialista Unificado de México (PSUM), para más señas padre del
delegado en Guerrero del gobierno federal Pablo Amilcar Sandoval Ballesteros y
de la Secretaria de la Función Pública (SFP) Irma Eréndira, de los mismos
apellidos, donde pronunció un discurso impecable, de respeto a un acto
familiar, de un gran guerrerense, luchado social y primer diputado federal de
izquierda, por mayoría, en la entidad.
El mandatario guerrerense mandó así un mensaje mucho más
efectivo en el lado político de su gobierno, en su cuarto aniversario: mientras
el PRI nacional usó la decisión de AMLO en Sinaloa para golpearlo, acusándolo
de entregar la plaza al crimen organizado, el gobernador de Guerrero, el
priista Héctor Astudillo, dio su respaldo y reconocimiento al mandatario
federal.
Si lo dijera con palabras, en un comunicado de prensa o
desde un pódium, el gobernador diría que es un hombre que entiende la
coyuntura, que llegó a su cuarto año de gobierno con la claridad de que los
tiempos en la República Mexicana cambiaron, que no son los mismos que cuando
llegó al poder apoyado por la nomenclatura del viejo régimen, y que, por ende,
no se suma a la confrontación con el gobierno federal y los representantes de
la Cuarta Transformación.
El acto del gobernador no pasó desapercibido para la intelligentzia de Morena: en el mismo
acto luctuoso en memoria de Pablo Sandoval, su hijo Amilcar, cabeza del grupo
más cercano a AMLO de la entidad acusó recibo y mostró su lado generoso y plural: la presencia del gobernador
Astudillo, dijo a pregunta de los reporteros, es una muestra de la nueva
política, de los nuevos tiempos, en los que “las amplias avenidas de la
democracia (de las que habló Salvador Allende) tienen espacio para todos”.
En la cuarta transformación, no sólo caben los de Morena, se entiende...
El análisis
Es difícil analizar los cuatro años de Héctor Astudillo
Flores al frente del gobierno del estado, sin pasar forzosamente por el cambio
de régimen anunciado por el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador y
su 4ª Transformación.
El primer elemento del análisis parte de que el gobernador
Astudillo viene del viejo régimen, del PRI, que la actual ola mayoritaria,
electoralmente hablando, en el País, ha convertido en el enemigo principal, en
el factor a desterrar de la política mexicana y, por eso, cobra gran
importancia poner el acento en que Astudillo llega a su cuarto aniversario con
un congreso donde la primera minoría, es decir la mayoría simple, la tiene
Morena, el partido que enarbola ese cambio de régimen y que implica remar
contra corriente u operar con ellos.
Digamos que operar políticamente, o lo que los politólogos
llaman “instrumentalizar la democracia” (hablando de la calidad de la democracia
en su forma definida como poliarquía) se vuelve más complejo, cuando un
gobernante (el responssive) tiene que cumplir con su función tratando con un gobierno
federal que empuja en sentido contrario al que la inercia del viejo régimen había
sellado en el gobernante, y con un vigilante congreso con mayoría opositora que
parte de que debe mostrar su diferencia con el viejo régimen encarnado por el
gobernador y a la vez responder a las necesidades de respaldo del gobierno
estatal para sacar adelante cuestiones de interés mutuo.
Ese es el marco en el que Héctor Astudillo llega a su cuarto
aniversario y en el cual se deben analizar las dos partes del trabajo obligado
de un gobernante: la parte de calidad política, en cuanto a la gobernabilidad y
la parte de cantidad, relativa al trabajo en cuanto a los satisfactores
ciudadanos.
COMENTARIO FINAL:
A diferencia del gobernador Astudillo que mostró su
habilidad política al buscar la buena convivencia con sus opositores de Morena,
éstos, al menos los pablistas no se vieron nada bien al convertir el acto
luctuoso en acto electoral, menos al hacer pasar desapercibido al abuelo, don
Pablo Sandoval Cruz, ahí sentado en una esquina, en las butacas de primera fila
que no mereció ninguna mención, ni que lo subieran –él ya no se puede valer por
sí mismo- a la tarima para las fotos familiares y de simpatizantes.
xxx
*JULIO ZENÓN FLORES SALGADO.- Periodista y escritor. Licenciado en ciencias de la comunicación por la UAGRO y maestrante en Ciencia Política por el IIEPA-IMA; Editor de Trasfondo informativo desde 2011. Columnista en La Jornada Guerrero, Enfoque informativo y en Redes del Sur; ex corresponsal de Notimex, ex jefe de periodismo de investigación de Novedades Acapulco y ex jefe de información de Enfoque informativo. Visítanos en www.facebook.com/trasfondoinformativo, Escríbenos a zenon71@hotmail y recibe toda la información en tu correo totalmente gratis.
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