Por JULIO ZENÓN FLORES SALGADO
El paro de labores convocado por el SUSPEG este lunes en
todas las secciones de trabajadores del Ayuntamiento de Acapulco, del DIF y de
la CAPAMA, pareciera conducir a la administración municipal a un callejón sin
salida.
Los trabajadores hacen un reclamo legal de 82 millones de
pesos que adeuda el municipio sólo de lo correspondiente al periodo de la
alcaldesa Adela Román Ocampo, en funciones desde el pasado 1 de octubre del año
pasado y que debieron haber sido entregados al ISSSPEG en ministraciones de
alrededor de 8 millones de pesos mensuales, entre cuotas descontadas a los
trabajadores y el porcentaje que le corresponde poner a los gobiernos, de
acuerdo a la Ley de Pensiones creada hace 19 años.
Y es que sin esos recursos, más otros 75 millones que adeuda
la CAPAMA, sumados a los adeudos de los otros 80 municipios del estado y de los
organismos públicos descentralizados que no han cumplido con sus obligaciones
económicas con el ISSSPEG, tiene al organismo de prestaciones sociales
literalmente en la quiebra. Los trabajadores no pueden ya acceder a pensiones
para jubilarse, ni a préstamos, ni a vivienda ni a diversas prestaciones a que
tienen derecho.
El tema no es nuevo, pero entro en crisis debido a que el
ISSSPEG ya no puede más, se mantenía con la respiración artificial que le
proporcionaba el gobernador del estado Héctor Astudillo Flores, pero el propio
gobierno estatal entró en la crisis generada por el gobierno federal que
decretó una ley de austeridad y un excesivo control central de los recursos que
afecta a diversos programas sociales y le llevado a recortar miles de millones
de pesos al presupuesto del estado.
En resumidas cuentas como el gobierno federal dejó de
aportar miles de millones de pesos al gobierno estatal, éste ya no puede asumir
las deudas de los municipios y, más grave aún, no podrá tampoco adelantarles
participaciones o hacerles préstamos para afrontar los gastos de las vacaciones
decembrinas que ser acompañan de pagos de aguinaldo y bonos entre diversas
prestaciones conquistadas por los sindicatos.
La austeridad republicana de la cuarta transformación ha
hecho entrar en crisis a los gobiernos municipales y al estatal, obligándoles a
buscar nuevas formas de financiamiento, pues como se ve ya no se pueden hacer
las cosas como antes, en la era del neoliberalismo, en la que los recrusos
estatales servían de paraguas y cada vez que los gobiernos municipales se
endrogaban recurrían a préstamos estatales, tanto para pagar nómina como para
afrontar crisis, sobre todo relacionadas con el suministro de agua potable, que
es básico.
La crisis amenaza con paralizar las actividades municipales
a partir de este lunes. Los líderes del SUSPEG mantienen firme la exigencia de
que se abone lo adeudado al ISSSPEG en su totalidad, al menos lo que adeuda la
presente administración, en el caso de Acapulco, encabezada por Adela Román, y
ésta, aunque ha expresado su voluntad de atender la demanda sindical, ha dicho claramente
que no tiene recursos para hacerlo.
La situación les hace medir fuerzas y capacidad de
negociación.
Sin duda los dirigentes del SUSPEG aprovecharán para
cobrarle la factura por el pasado paro sindical en el que se vieron derrotados
por todo lo alto y se tuvieron que retirar con la cola entre las patas, en el
conflicto de reclamo de aumentos salariales y pagos de primas de antigüedad,
entre otros.
Eso los hace venir a esta crisis más enfáticos y mejor
argumentados para no retirarse derrotados.
La alcaldía por su parte difícilmente podrá responder
positivamente, con un adeudo de 3,700 millones de pesos, aproximadamente que
heredó de la pasada administración, entre lo que se incluyó el pago de ISR de
2015 a 2017, que a pesar de que fuera retenido a los trabajadores no había sido
enterado a Hacienda, más los pagos que se han hecho por adeudos a Infonavit,
por la vieja deuda del paso elevado del Bicentenario, cuyo costo se triplicó
por una mala negociación de refinanciamiento realizada por la administración
2012-2015, más los exorbitantes cobros mensuales de la CFE a la CAPAMA que ante
una dirección ineficiente deben ser cubiertos por el ayuntamiento, más los
pagos hechos a la Financiera Libertad, para liberar del buró de crédito a los
trabajadores, así como a diversos proveedores que esperan pagos por obras
realizadas o servicios prestados a administraciones anteriores.
Aunado a ello, sólo para el mes de diciembre, el
ayuntamiento necesita de 60 millones de pesos para cubrir las diversas
prestaciones sociales de su planta burocrática.
La conclusión es que los líderes sindicales tienen razón en
sus demandas, no tiene razones para ser flexibles y generosos pues se sienten
lastimados por el resultado de su paro pasado y la comuna porteña no tiene
dinero para cumplir con el pago total de los 82 millones de pesos reclamados,
el gobierno estatal ya dijo que no está en condiciones de hacer préstamos a
municipios, relacionados con el ISSSPEG.
La alcaldesa a declarado, además de su intención de llegar a
un buen arreglo con los sindicatos para mejorar las prestaciones sociales de
los trabajadores, que apelará a la generosidad del gobernador Héctor Astudillo,
a quien le reconoce que ha sido el que ha dado la cara en todas estas crisis
económicas.
“me hincaré si es necesario” ha dicho.
Pero ahora la realidad parece indicarle que aunque se hinque,
deberá contar con un buen fajo de billetes en las manos, para evitar la
paralización de las actividades municipales.
Ella tiene una salida que aunque parezca atrevida y descabellada
puede funcionar: aprovechar su posición al frente de la Asociación de
Autoridades Locales y dar el estirón final en el reclamo de una nueva ley de
coordinación fiscal, que empiece por un buen préstamo o rescate financiero
proveniente de la hacienda Federal, avalado por la comisión encabezado por el
ex dirigente del Barzón, Alfonso Ramírez Cuellar (El Norteño, para sus amigos
de la izquierda de antaño) en la cámara de diputados federal.
Sería un movimiento audaz, que la posicionaría a nivel
nacional y daría cauce a quienes desde el gabinete presidencial y desde la
dirigencia nacional de Morena, la ven con simpatía y no la dejarán sola en
estos momentos difíciles.
En el entendido de que la Cuarta transformación no puede
arrollar a los gobierno municipales y tendrá que pasar por una nueva relación
que los fortalezca y dignifique.
De lo contrario, habrá que sentarnos a ver nuestra tragedia,
que afectará todos los servicios públicos municipales.
xxx
JULIO ZENÓN FLORES SALGADO.- Periodista y escritor. Licenciado en ciencias de la comunicación por la UAGRO y maestrante en Ciencia Política por el IIEPA-IMA; Editor de Trasfondo informativo desde 2011. Columnista en La Jornada Guerrero, Enfoque informativo y en Redes del Sur; ex corresponsal de Notimex, ex jefe de periodismo de investigación de Novedades Acapulco y ex jefe de información de Enfoque informativo. Videocolumnista de VO televisión. Inició como editorialista en 1987, en El Nacional y El Sol de León, fue corrector en Diario 17, Editor en El Sol de Acapulco y, reportero desde 1994 en Novedades, de la fuente política. Hizo una pausa de 2016 a 2018 para ser Director de Cultura en Acapulco, Gro. Visítanos en www.facebook.com/trasfondoinformativo, escríbenos a zenon71@hotmail y recibe toda la información en tu correo totalmente gratis.
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