Gallery

header ads

Sindicatos municipales; el fin de la bonanza

Textos y claves…
Miguel Angel Arrieta

El punto de quiebre del conflicto que mantiene semiparalizados los servicios municipales, no es inèdito ni sorpresivo: se deriva del derecho a la extorsión burocrática pactado a lo largo de tres décadas -con 14 alcaldes- por los líderes sindicales del ayuntamiento y los presidentes municipales.
El problema es que el pacto se sustenta en intereses muy particulares alimentados por el presupuesto municipal que nada positivo dejan a los trabajadores.
De hecho, la relación alcaldes-lìderes ha sido expuesta como una de las razones contaminantes del rendimiento financiero y operativo del ayuntamiento de Acapulco.
Despuès de todo, el desproporcionado crecimiento de la nòmina municipal nunca se ha regido por enfoques unilaterales: los representantes de los trabajadores han aportado su silencio cómplice a cambio de tratos privilegiados y concesión de plazas sindicales.
Los ùnicos dos alcaldes que se negaron a caer en la tentación de dar a los líderes sindicales todo lo que pedìan son Luis Walton Aburto y la actual presidenta, Adela Romàn Ocampo.
De ahì que en ambas administraciones se haya generado la inconformidad de los dirigentes sindicales a través de la paralización operativa y administrativa del ayuntamiento.
Lo paradòjico del caso es que apenas hace diez meses la mayoría de trabajadores municipales denunciaron a sus líderes por pactar ilegalmente con el entonces alcalde Evodio Velàzquez Aguirre, la asignación de plazas sindicales a personas que no calificaban para recibir este beneficio.
Entre los favorecidos con la repartición de bases sindicales destacaron nombres de parientes, amigos y colaboradores de Evodio Velàzquez. Y hasta nombres de periodistas se incluyeron en esa lista.
Por lo tanto, el curso del actual conflicto sindicatos-ayuntamiento rompe toda lógica laboral desde el momento en que los líderes sindicales se oponen a la creación de una comisión mixta, que por ley debe aplicar la alcaldesa, precisamente para romper con el cìrculo vicioso que margina a los trabajadores del beneficio de obtener su base después de màs de diez y quince años al servicio del gobierno local.
No es posible que a estas alturas de la apertura democrática y la socialización del poder público, unos tres o cuatro líderes sean quienes determinen el acceso de trabajadores a prestaciones laborales básicas. Lo grave es que aùn no interpreten que el pasado primero de julio los acapulqueños no votaron para que todo siguiera igual.
La creación de la comisión mixta para analizar el cumplimiento de relaciones contractuales en el gobierno municipal es parte de los procesos de transparencia y saneamiento financiero , cuyo objetivo es desabultar la carga de pesadas nòminas municipales para brindar mejor atención a los ciudadanos.
Al final de cuentas, los líderes de los trabajadores municipales no asimilan la necesidad de reventar acuerdos oscuros debido a sus intereses personales. No es tan complicado entender que un padre de familia no puede sostener a treinta hijos con un ingreso de tres salarios mínimos.
El ayuntamiento de Acapulco registra un sobre endeudamiento, mantiene una capacidad de crédito restringida, carece de ingresos propios suficientes para declararse financieramente autónomo y cada dìa encara una mayor demanda de servicios públicos. Eso es lo que ellos -los líderes- no acaban de entender.Textos y claves…

Sindicatos municipales; el fin de la bonanza















Publicar un comentario

0 Comentarios