Tlapa, Gro., octubre 23 de 2017 (IRZA).- Como hace 400 años, este lunes se desarrolló la celebración al Señor del Nicho que congrega a miles de fieles católicos que veneran a esta imagen de Jesucristo crucificado y que se ha convertido en el festejo más importante de esta región de la Montaña.
De acuerdo a datos históricos que tienen en la catedral de San Agustín desde hace más de 400 años, a esta región llegó la congregación de monjes Agustinos para encargarse de la evangelización de los indígenas de la zona.
Los monjes habrían escondido la imagen de Jesucristo crucificado en unos túneles que se encuentran debajo de la catedral de San Agustín, debido a las incursiones armadas que azotaban a la región.
La imagen montada sobre un nicho de madera fue redescubierta y desde entonces se venera cada 23 de octubre a esta imagen. Los festejos en honor al Señor del Nicho inician dos meses antes con misas y peregrinaciones vespertinas de taxistas, tablajeros, comerciantes, burocrátas, sastres, el comisariado ejidal, maestros, doctores y enfermeras.
Pero, también por migrantes tlapanecos que viven en los Estados Unidos, quienes encabezan esas caminatas hacia la catedral de San Agustín donde se encuentra el Santo patrón de esta región de la Montaña.
En la víspera hay misas todo el día, por la noche se cantan las mañanitas y se quema un castillo de fuegos artificiales, y hasta este lugar llegan peregrinos de los 18 municipios de la región y del Estado de México, Morelos, Oaxaca, Veracruz, Puebla, Tlaxcala, Hidalgo, entre otros.
A las 3 de la tarde bajan al Señor del Nicho de donde se encuentra colocado en el nicho principal de la catedral de San Agustín, para iniciar una procesión por las calles del centro de esta cabecera municipal, y se colocan tapetes hechos de aserrín pintado de varios colores con los que se forman figuras alusivas a la festividad católica.
La tradición se inició hace dos décadas, cuando una persona que vino de Tlaxcala a vivir en esta ciudad y empezó a elaborar esos coloridos tapetes, que hoy en día se han hecho una tradición y que captan la atención de todos.
Uno de esos tapetes se colocó afuera de las oficinas del Centro de Derechos Humanos de la Montaña "Tlachinollan", para recordar la lucha por la presentación con vida de los 43 normalistas desaparecidos en Iguala hace más de tres años.
"43 un grito de esperanza", es la leyenda de ese tapete; otro más colocado unos metros más arriba cita: "Señor del Nicho líbranos de la violencia y el mal gobierno".
Durante la procesión, los sacerdotes que encabezan esta festividad religiosa oraron para que acabe la violencia que ha dejado centenares de familias afectadas.
Esta procesión concluyó después de las 6 de la tarde, cuando se regresó a la catedral el Señor del Nicho
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