TRASFONDO
Julio Zenón Flores
El reparto de las 30 comisiones legislativas
ordinarias, más los comités operativos del congreso local de Guerrero demostró
cómo están las fuerzas de las fracciones parlamentarias y como se empiezan a
generar las alianzas, al interior mismo de las fracciones partidistas.
En primer lugar el PRI dio muestras de que no ha
perdido el estilo, pese a que estuvo varios años como oposición, siendo
avasallado por el PRD y en su regreso fue por la mayoría de las comisiones,
como de hecho corresponde a la representación lograda con sus legisladores,
tanto los ganados directamente en los distritos, como los que fueron otorgados
por representación proporcional.
Y no solo fue por la mayoría, sino que también
fue por las de mayor importancia. La coordinadora de la fracción, Flore Añorve,
dio muestras con ello que tiene el control de su fracción y al mismo tiempo que
no hace las cosas sola, sino que mantiene una estrecha relación con su partido
y con el propio gobernador electo, lo que anticipa que ese partido está
abriendo el camino para consolidar una unidad que parecía muy difícil, apenas
hace poco.
Claro que la unidad es más fácil en la victoria,
pues es más cómodo repartir las mieles del poder que la amargura de la derrota.
El PRI se dio el lujo incluso, de poner a un
partido de oposición, en la comisión instructora, que es la que admite los
juicios políticos, al permitir que fuera
el panista Iván Pachuca como presidente de la Comisión Instructora.
La dupla Añorve-Astudillo, tiene el pleno control
del poder legislativo y sin embargo, no se vio el avasallamiento, ya que
dejaron al PRD sus nueve comisiones y un comité, además de que al menos una de
las comisiones importantes, le quedó al partido del sol azteca.
En cuanto al PRD hay que reconocer no pudo haber
elegido mejor coordinador parlamentario, pues Sebastián de la Rosa, tiene
experiencia en ese cargo y además, tiene la capacidad de interlocución con el
gobernador Héctor Astudillo, con quien alguna vez coincidió en una legislatura
local.
El también conocido como “Zorry”, es un buen
legislador y un buen operador político. Por un lado lo demostró al pelear con
uñas y dientes las nueve comisiones y por el otro, en una adecuada operación
interna en su fracción para evitar que el único diputado del Grupo Guerrero,
Ernesto Fidel, se declarara como legislador independiente, dejando aún más
pobre la de por sí disminuida bancada perredista.
Y no solo eso, también pudo unir en torno de la
coordinación a la mayoría de los 14 legisladores perredistas, consolidando un
grupo de ocho, lo que obliga a los otros seis a sumarse o a buscar los
consensos propios.
Será interesante ver, en el futuro, los duelos
dialécticos, entre Flor Añorve y Sebastián de la Rosa, representativos de los
dos partidos más fuertes en el congreso y cómo uno y otro maneja sus alianzas
con los demás partidos.
El PRI SE QUEDÓ EN EL Congreso, gracias a sus 19
diputados propios y seis aliados del PVEM, al frente de las comisiones de
Justicia, Estudios Constitucionales, Vigilancia de la Auditoría General del
Estado (AGE), Comisión Presupuesto y Cuenta Pública, y hasta la de Educación,
en tanto el PRD se hizo de las comisiones de Desarrollo Social, Salud, Turismo,
Desarrollo Rural, Asuntos Indígenas y el Comité de Administración.
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