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ACAPULCO Y LA CONTAMINACIÓN DE SUS PLAYAS ¿REALIDAD O FICCIÓN?

TRASFONDOINFORMATIVO:

Por JULIO ZENÓN FLORES SALGADO
Negar que las playas de Acapulco reciban contaminantes en diversos grados es muy difícil. Según expertos en el tema los enterococos, bacteria que se toma en cuenta a la hora de medir el nivel de contaminantes en las playas del país, éstos están presentes hasta en el cuerpo humano, por lo cual hasta por meterse a nadar, la propia gente contamina las aguas.
El asunto está en el nivel de contaminantes permitidos y las tareas que corresponden a las autoridades de todos los niveles llevar a cabo para prevenir que se eleven y para frenarlo y atacarlo cuando eso sucede.
En realidad debiera ser tomado como un llamado de alerta el hecho de que la Cofepris haya señalado a cinco de las playas de este puerto con un nivel superior a los 200 enterococos por cada medida de agua analizada, pues es poco probable que ese organismo federal se haya tomado la molestia de tomar muestras en las 23 playas acapulqueñas. Seguramente lo hizo de manera aleatoria, porque si las hubiera analizado todas quizás el puerto tendría un problema mayor.
Tenemos que empezar por la información que ha sido distribuida por el propio municipio que ha denunciado que incluso restaurantes reconocidos de Acapulco han sido descubiertos con descargas ilegales a los cauces pluviales. Cuando se han descubierto se han tomado medidas, y de eso se trata, de conocer el problema, reconocerlo y atacarlo, no de asustarse cuando sale a la luz.
Sumado a las descargas de los restaurantes descubiertos, están las que no se han descubierto aún y las zonas habitacionales en donde abundan edificaciones que carecen de drenaje, muchas de ellas en la zona tradicional del puerto, en zonas de la colonia Progreso cercanas al río del Camarón y hasta en Las Brisas, donde se construyeron fosas sépticas y que con el tiempo se han llenado y a algún lado se debe descargar el desecho de las aguas residuales.
Aún más, se sabe que en las cercanías del hotel Bocachica, en Caleta, así como en el malecón, a la altura de la escultura de Benito Juárez, y atrás del CICI en Costa Azul, periódicamente se derraman aguas negras, debido a lo deteriorado de la red, pero no solo por eso, sino porque dejan de funcionar las plantas tratadoras que maneja la CAPAMA.
Y aquí hemos llegado al meollo del asunto, si todas las plantas tratadoras funcionaran correctamente no estarían descargando periódicamente en el canal de Aguas Blancas, ni en Playa Olvidada, donde es visible la mancha negruzca que ha dejado el histórico derrame de aguas crudas, sino en muchos otros lados, como en zona Diamante, donde no existe prácticamente una planta tratadora que funcione.
En ese sentido, el primer peldaño para evitar que la Cofepris golpee con su información a Acapulco en pleno periodo vacacional es el funcionamiento correcto de las plantas tratadoras de la CAPAMA, en segundo lugar la revisión diaria de los puntos de descarga a la bahía y a partir de ahí el seguimiento canales arriba para descubrir quienes más descargan su drenaje a esos canales.
A la Dirección municipal de ecología, en coordinación con la delegación de la Profepa, le toca presionar tanto a los restaurantes para que mantengan sus trampas de grasa, como a la propia CAPAMA para que evite esos derrames de sus instalaciones y, en su caso, dar las facilidades para que quienes no están conectados a la red, lo hagan y en su caso, ante la reiteración aplicar las sanciones respectivas.
La tarea es colosal, pero con voluntad, al alcaldesa Adela Román Ocampo puede agarrar al toro por los cuernos y hacer funcionar realmente el Comité de Playas Limpias, donde están todos los responsables y no quedarse sólo en las campañas, que son muy buenas pero insuficientes, de recolección de los desechos sólidos.
De que se puede se puede. ¿o no?

Enviado desde mi Huawei de Telcel.

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