TRASFONDO
INFORMATIVO:
Por JULIO ZENÓN
FLORES SALGADO
Quien diga que
el conflicto generado en el estado de Guerrero en torno a la entrega del
fertilizante a casi 400 mil campesinos carece de fondo político miente
deliberadamente o peca de ingenuidad.
El problema es
político desde su origen y al final parece haber un claro damnificado político.
Y es que se
trata de dar continuidad a un programa del viejo régimen sin que los
sustentadores del poder político en aquel viejo régimen se beneficien
políticamente; es decir, se trata de entregar el fertilizante porque es la
única manera de garantizar el mediano nivel de producción agrícola alcanzado en
la entidad, pero sin que pase por las manos de las organizaciones corporativas, que lo han hecho llegar a los labriegos tradicionalmente.
Pero en el
camino, se trató también de beneficiar políticamente a los actuales operadores
del programa, como si éstos no hubieran entendido que las cosas ya no pueden
ser igual que antes y como si creyeran que la cosa es tan simple como quitarle
el programa al PRI y que ahora sirva a los políticos de Morena.
Ese enfoque
político, encargado a los Servidores de la Nación, contratados por una facción
política de Morena, retrasó todo el trabajo técnico, pues para pasarle el
control del fertilizante de manos priistas a manos de morenistas había primero
que ubicar, también, a los Morenos y determinar de qué corriente o clan eran
parte, para no terminar beneficiando a los del grupo opositor al grupo
dominante.
De ahí derivó
un problema técnico y un problema de políticas públicas; la falta de listados
confiables, y de los vales para bajar el producto, conforme fuera llegando a
las bodegas, a las parcelas donde ya las lluvias estuvieran a punto de caer y,
la falta de transparencia en el manejo del programa pues hasta la fecha no han
podido hacer público el padrón para que la gente sepa quienes sí y quienes no
lo podrán recibir a partir de este régimen morenista, aunque transparentarlo
también llevaría a la disputada del producto cuerpo a cuerpo parcela por
parcela.
El otro
problema tiene que ver con la idea de quitarle el negocio al clan Figueroa,
aunque algunos de los cuadros de ese grupo priista ya se camuflagearon como
morenistas en la zona Norte del Estado y eso llevó a no licitar a tiempo la
cantidad necesaria del insumo.
Y finalmente,
el asunto tenía que pasar, a fuerza, por la visión austeridad del manejo de los
recursos. Aun cuando ya se tuviera licitado y asignado el contrato del total
del fertilizante y aun cuando se tuvieran ya los listados y los vales, el
fertilizante todavía tenía que pasar la dura aduana de la disposición de los
recursos públicos, con una secretaría de Hacienda que busca dispensar la menor
cantidad posible, para ahorrar lo que se requiere para los grandes proyectos
del presidente Andrés Manuel López Obrador: El tren maya (que por cierto ya
recortó 100 kilómetros de su extensión para disminuir varios miles de millones
de dólares del costo), el nuevo aeropuerto de Santa Lucía y la Refinería de Dos
Bocas, proyectos faraónicos sine qua non de la 4T para agarrar las riendas del
nuevo modelo de desarrollo económico.
Esto
sencillamente significa que difícilmente fluirían los recursos para la compra
del abono prometido. Ya se vio la dureza de Hacienda en los casos del IMSS,
donde el ex director general tuvo que renunciar, y se ha está viendo en la
desaparición de proyectos que eran la parte social de atención a la pobreza en
el viejo régimen.
En pocas
palabras pues fue el tema político el que atoró la disposición del producto y
la respuesta ha sido evidentemente política desde los otros flancos.
Unos con
genuino interés por llevar a los campesinos el fertilizante lo más pronto
posible, otros por el temor de que en el cambio de manos del control del abono
se quedaran sin nada y unos más porque la natural inconformidad generada por la
desesperación de ver que las lluvias comenzaban y no contar con ese producto
sin el cual la baja en la producción podrían ser catastrófica, vieron una
oportunidad de saldar cuentas y destronar políticamente hablando, al favorito
de AMLO para las elecciones del 2021.
Por eso la
andanada de protestas, toma de carreteras y de ayuntamientos, así como las
retenciones de funcionarios, se dirigieron siempre hacia el mal llamado
superdelegado federal Pablo Amilcar Sandoval Ballesteros, siendo que éste no
tiene ni el control de los servidores de la Nación, ni el dinero federal en las
maletas, ni el manejo técnico directo, que recae en realidad en manos del
coordinador general del programa del fertilziante Jorge Gage
Francois y el Secretario de Agricultura Federal.
De esa manera
la inconformidad con la falta de entrega a tiempo del abono se convirtió en una
protesta contra Pablo Amilcar, desde todos los flancos, incluido el de Morena.
Nadie ignora
que en política, como en la guerra, si se te presenta la oportunidad de acabar
con tu enemigo lo debes hacer, y para quienes aspiran desde ahora
adelantadamente a suceder a Héctor Astudillo en la silla de Jacarandas, Amilcar
es el enemigo a vencer.
La situación
terminará por ser tan compleja que sólo podrá ser resuelta por alguien a quien
el presidente López Obrador de la encomienda de hacerlo, pues ya se ha visto
que ni la Segob, tiene la suficiente fuerza como para resolver los conflictos
políticos, como quedó de manifiesto en el affair de Migración.
La verdad es
que se resuelva como se resuelva, el principal damnificado política de este
conflicto es el delegado federal Pablo Amilcar, pues hasta quienes lo defienden
le señalan al menos su falta de malicia para enfrentar el problema con éxito.
Veremos cómo
repercute en la carrera hacia el 2021.xxx
Trasfondo informativo en vivo por TV. De lunes a viernes de 18 a 19 horas en canal 11 de Telecable y USAtelecomm, en el canal 6 de Cablevisión de Tecpan y en www.facebook.com/trasfondoinformativo
0 Comentarios
¿Qué te pareció esta información? ¿Qué nos falta?