Por JULIO ZENÓN FLORES SALGADO
Hay una frase muy popular que señala que en política nadie
se muere para siempre...hasta que se muere y eso aplica perfectamente al
Partido de la Revolución Democrática (PRD) que este domingo dio muestras de
vitalidad, al celebrar sus primeros 30 años de vida y viniendo de una de sus
peores crisis electorales y de estructura, luego de haber sido desfondado por
Andrés Manuel López Obrador, para formar su propio partido, Morena, tras haber
sido ya dos veces candidato y una vez jefe de gobierno de la CDMX (antes DF)
por esos partidarios a los que ahora desprecia.
En ese contexto, arropado por la cúpula nacional y estatal
resurgió Evodio Velázquez en Acapulco ante cientos de simpatizantes, donde se
comprometió a recorrer las colonias del municipio y el estado de Guerrero para
presentar sus aclaraciones sobre los distintos temas que se le han señalado.
Evodio y el PRD son dos partes del mismo rompecabezas.
Por un lado ese partido, como bien lo dijo en su discurso
Wulfrano Salgado Romero, es el único que ha aportado a la construcción de un
régimen democrático, claro, siempre y cuando se consideren los partidos que
concurrieron a su fundación, como el Partido Mexicano Socialista y su
antecedente el PSUM y el PCM, el PPR y su antecedente la Corriente Socialista,
el PMT, y la corriente crítica del PRI, que se fusionaron en el año 88 para
llevar como candidato a Cuauhtémoc Cárdenas, en una feliz coincidencia con la
división al seno del PRI.
Lo dijo bien Evodio el domingo en el acto celebrado en
Acapulco: “Tengamos memoria y no ignoremos lo que a significado el PRD a la
vida democrática de Guerrero y de México; puso los muertos, puso los presos
políticos, los perseguidos y los luchadores sociales, que aportaron a los
cambios que se han logrado hasta nuestros tiempos” y sin embargo también hacen
bien en reconocer los errores y buscar avanzar, a partir de su señalamiento y
superación.
“Hemos tocado fondo” es una frase acertada de Evodio y del
ex presidente nacional del PRD, Jesús Zambrano, ahora no queda más que para
arriba.
El PRD reapareció a sus 30 años de vida. Débil, pero con la
voluntad de salir adelante.
Evodio Velázquez también reapareció, en Teloloapan donde
reiteró el llamado a la "unidad sin hipocresías", donde arguyó que el PRD ha hecho buenos gobiernos y
que estará en condiciones de dar la lucha en el 2021 y donde el alcalde de
Chilpancingo, Toño Gaspar, reconoció a Evodio Velázquez su liderazgo en el PRD
y agradeció el respaldo que éste le dio para obtener la presidencia municipal
de la capital del estado.
Los malos resultados electorales del PRD no son suficiente
razón para declararlo muerto, eso le ha pasado a los mejores partidos del
mundo. En España, por ejemplo, le ha pasado al Partido Popular, que en la
última elección casi desaparece del mapa y le ha pasado al PSOE que en la
anterior elección salió muy golpeado por el movimiento Podemos, que por cierto
tiene muchas similitudes con Morena, y en la última elección, en el mes de
abril, de este año ganó la presidencia de España.
Le pasó también en su momento al PRI, que perdió la elección
presidencial en el 2000 y casi todas las posiciones en y pudo resurgir y ganar
la elección en el 2012, con Enrique Peña Nieto.
El PRD le hace falta a la vida democrática del país, pero
hace falta un PRD sólido fuerte, que sepa actuar como oposición y sepa avanzar
cuando se pueda, con la parte de la izquierda que llegó al poder con el
presidente López Obrador.
El propio AMLO necesita al PRD, como a otras fuerzas de
izquierda, para no naufragar dictando órdenes como tirano o ser seducido por la
derecha del PES, que también le acompaña.
AMLO y el pueblo de México, necesitan al PRD y la vitalidad
que mostró ayer, al menos en Guerrero, en Teloloapan y en Acapulco, es una
buena señal.
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