Baldemar Gómez Roque
Chilpancingo, Gro., a 9 de julio de 2018.-Denuncian a Manuel Olivares Hernández director del Centro Regional de Defensa de Derechos Humanos "José Ma. Morelos y Pavón" A. C. por acoso sexual y laboralmente a sus empleadas, en donde existe inconformidad con respecto a la violencia de género, en la que laboran en dicho organismo.
A si lo denuncio Araceli Tecolapa Alejo, ex empleada del Centro Regional de Defensa de Derechos Humanos "José Ma. Morelos y Pavón, dijo, "quiero saludarlo de manera fraterna y con mucho respeto y continúo manifestando. Debido que el pasado martes 26 de junio del año en curso, fui despedida del Centro Regional de Defensa de Derechos Humanos "José Ma. Morelos y Pavón" A. C. después de manifestar mi inconformidad con respecto a la violencia de género".
Todo perpetuado por el Director de la organización, Manuel Olivares Hernández quien en varias ocasiones ha acosado sexual y laboralmente, "a mí y a mis compañeras de trabajo. ¿Cuál es la responsabilidad de una mujer que ha sido violentada y re victimizada? Esa ha sido mi pregunta, desde el día que me despidieron del Centro Morelos por manifestar mi incomodidad y mi desacuerdo por el trato que recibimos las y los compañeros".
Subrayó, su despido fue tomada por el Director y la Presidenta del Centro Morelos, Casiana Nava, y a pesar de que "mis compañeros y compañeras manifestaran su desacuerdo e incluso pararon labores durante un día en protesta de mi despido injustificado, no hubo vuelta atrás".
En el cual exigió que se le liquidara debidamente para evitar llegar a un proceso legal para hacer valer sus derechos laborales. Donde el pasado seis de julio en año en curso, se firmó un convenio donde dice que me entregaban la cantidad de 25 mil pesos como parte de mi liquidación, "pero dice que se me entregan recursos que deberían ser destinados a las víctimas que se acompañan desde el Centro Morelos".
Donde consideró como empleada despedida como una re victimización, pues la decisión de despedirla, se tomó desde la dirección y la presidencia sin tomar en cuenta las repercusiones administrativas que conlleva un despido injustificado.
Manifiesto también que a pesar que en el convenio señala que las dos partes estamos de acuerdo con su salida de la organización, "yo firmé bajo presión, pues el documento no manifiesta mi sentir ni las verdaderas razones de mi despido, lo cual rectifica mi preocupación, pues me parece sumamente grave que las personas que encabezan una organización como el Centro Morelos prefieran pagar una liquidación utilizando recursos que podrían tener una mejor utilización a reconocer la violencia de género que se ha dado durante varios años en la misma".
Por eso, a pesar de que conoce la situación económica de la organización, "pienso que era importante exigir se me respetara la liquidación, debido al trato vil de la que he sido objeto, que no se vuelva a repetir y para que por fin se trabaje en mejorar las condiciones con el trato de todas y todos los compañeros que ahí colaboran", con el debido respeto que se merece cada uno, sobre todo a las mujeres.
En el cual reiteró que en el Centro Morelos hace un trabajo con mucha convicción y que los avances que se han tenido hasta el día de hoy, ha sido fruto de un trabajo de manera conjunta de todas, a pesar de que en reiteradas ocasiones no se cuenta con la suficiente experiencia profesional y de lucha", sin embargo las nuevas generaciones han dado la batalla a pesar de recibir un salario corto y de trabajar casos de alto riesgo.
Por último dijo que con esta acción de denunciar fue para dejar un precedente de su despido y que no hay ninguna persona ni tampoco otras intenciones de fondo que quieran perjudicar a la organización, simplemente consideró que debe defender la dignidad como mujer indígena, además de que resulta contradictorio que sucedan estas situaciones en una organización que se supone defiende Derechos Humanos", concluyó.
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