El agraviado, de quien sólo se sabe se llama Víctor "N", dijo en el Ministerio Público que serían las 22:00 horas de ese día, cuando rodaba a un costado del templo católico de Apanguito, fue interceptado por tres sujetos que apuntándole con sus armas le ordenaron que detuviera la marcha y que bajara de su auto, lo que hizo por temor a que le dispararan.
Ya fuera de su automóvil, un Chevrolet tipo Aveo, blanco, modelo 2018, sin placas de circulación le dijeron que caminara hacia el fondo de esa calle, que no volteara, que no gritara, a lo que la víctima también accedió.
Los asaltantes también le quitaron su celular y el poco dinero que llevaba encima.
Ya que perdió de vista a los malhechores, los que se llevaron su carro, tocó a la puerta de una persona conocida y le pidió, luego de narrarle lo que le había ocurrido, que le prestara un teléfono para dar aviso a la policía.
Así es que reportó el robo de su Aveo al 911. Poco después, mediante un operativo, efectivos policiacos observaron que un auto con las características que proporcionó el agraviado circulaba sobre la carretera Atenango-Huitzuco y fueron en pos de esa unidad.
Los maleantes detuvieron la marcha del Aveo, descendieron "y como alma que lleva el diablo" se internaron entre los arbustos que están al lado de esa carretera y amparados por las sombras de la noche, huyeron. Los uniformados no lograron alcanzarlos.
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