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¿Cómo se mueve el escenario previo a la elección de Acapulco?


Por Erasmo Riveramelo

Lo primero que tenemos que entender sobre como se va configurando el escenario para la contienda electoral del 2018 en Acapulco, a un año de que deban celebrarse comicios para elegir, senadores, alcaldes, diputados federales y diputados locales, es que las candidaturas, así como las alianzas, de los partidos constituidos, para esta ciudad se van a definir a nivel nacional, lo cual llevará a los aspirantes a buscar nexos en esa pista, para hacerse notar, así como padrinazgos de quienes tomarán las decisiones. En tanto, los aspirantes locales independientes tendrán la ventaja de que se pueden definir aquí, por lo tanto los promotores tienen mayor posibilidad de tomar acuerdos concretos desde ya, mientras que los del PRI, PAN, PRD, MC, PT, MORENA, PVEM, PNA deben esperar las definiciones de sus líderes en la CDMX.

Lo segundo que se debe considerar es el reposicionamiento del PRI en el escenario electoral, pues si bien después del gasolinazo todo mundo lo daba por muerto, las elecciones en el Edomex y Coahuila, dejaron en claro que están vivos y que si se lo proponen están posibilidades de ganar elecciones aún en los escenarios más adversos. Ese mismo escenario da cuenta de que el PRI es capaz de unirse entre sí y sus partidos afines y de dividir a los contrarios más importantes.

El tercer y último punto a tomar en cuenta es la presencia de Morena, su estrategia electoral del "llanero solitaro" y la derrota de AMLO en el EDOMEX, donde el tabasqueño hizo la campaña y la maestra Delfina Gómez, se limitó actuar como "Juanita". El punto es que tras ese resultado la figura del Peje perdió el impulso que cobró después del gasolinazo...y sin embargo, se mueve.

Partiendo de estos grandes puntos cardinales, recordemos que la operación política por recuperar Acapulco para el PRI la dirige el propio gobernador Héctor Astudillo Flores en alianza con el  subsecretario de Gobernación, René Juárez Cisneros y que entre ellos tienen definido como futuro candidato, hasta hoy, al diputado Ricardo Taja Ramírez y como plan B al actual secretario de turismo estatal, Ernesto Rodríguez Escalona.

También se da por descontado que el tricolor llevará de aliados al PVEM, pues tiene la certeza de que si en la elección pasada hubieran ido juntos el doctor Marco Antonio Terán Porcayo sería hoy alcalde de Acapulco, lo que necesariamente, junto con la tendencia nacional, lleva a considerar esa alianza prácticamente cantada, al igual que con el PNAL, formado por las huestes de la maestra Elba Esther Gordllo.

Cabe la posibilidad de que el PRI pueda ir también en alianza con el partido Movimiento Ciudadanos, refrendando la alianza que ya trae con Astudillo Flores, lo que se ve facilitado por la abierta animadversión del ex alcalde Luis Walton hacia el actual edil perredista Evodio Velázquez, a quien ni siquiera está dispuesto a escuchar y dado que ya Morena lo descartó como aliado para el 2018. MC, sin embargo, tiene cierta capacidad de independencia, que le da la propia solvencia económica de Walton, lo que le puede llevar a postular candidato propio, ya sea solo o aliado al PT, con quien se ha llevado bien a nivel nacional, lo que daría una oportunidad de participar al movedizo diputado local Ricardo Mejía Berdeja, a Mario Ramos del Carmen o hasta a alguno de los que hoy suenan como independientes. Una variable más respecto a MC es la alianza con PT y PRD, con un candidato a la alcaldía que no fuera Evodio Velázquez.

Como se ve, si se diera la alianza MC, PVEM, PRI, PNAL, sería un eje muy consistente y sí a eso le sumamos los recursos del gobierno estatal (Astudillo es tan obvio que da la impresión de estar gobernando Acapulco y haciendo labores propias del municipio, violando todo principio municipalista, en aras de obtener un buen resultado electoral) y los recursos del gobierno federal, cuyo secreto está en aplicarlos directamente en vez de bajarlos por el municipio, dándoles un uso clientelar y de paso dejando sin recursos a las Finanzas municipales, se estaría, sin duda, ante una elección de Estado. Con todo para hacer ganar al PRI en Acapulco.

Esa poderosa alianza, sin embargo, tiene dos puntos débiles: MC y MAB. El reto de Astudillo es conservarlos en la unidad, sin molestar al irascible Juárez Cisneros. Y no es un reto fácil, pues Luis Walton y Manuel Añorve saben que pueden tener en sus manos la posibilidad de inclinar la balanza y ¿por qué no? hasta de poner el candidato. Si quieren

La izquierda, en tanto, es muy poco probable de que salga unida. Morena ya aprobó en congreso nacional, además de que ya fue dictado por su majestad AMLO, ir solo. Y aunque el factor López Obrador tiende a jalar votos a ese partido emergente, en Acapulco no se avizora un candidato capaz de dar la pelea, con prestigio suficiente para aportar ese plus que le permita ganar a la poderosa alianza propriista. Ni Inocente Ariza, ni Javier Solorio, ni Marcial Rodríguez, ni Allam Argüello, tienen la menor posibilidad de posicionarse.

De ese modo en la izquierda solo quedan dos posibilidades: una que el PRD vaya en alianza con el PT y MC (en esta no iría Evodio Velázquez) y, dos, que el PRD vaya solo con el PT, lo que parece insuficiente para frenar al PRI-PVEM-PANAL, lo que pone sobre la mesa la posibilidad de que el PRD y el PAN vayan juntos y ganen la elección de Acapulco.

¿Los independientes? la elección de este año demostró que aún no es su tiempo. Podrían haber competido si hubieran empezado el año pasado con su actividad, pero se tardaron demasiado.

La parte restante de este análisis, la lucha por el control territorial, en donde entran las elecciones de comisarios y las acciones del alcalde y del gobernador, colonia por colonia, serán motivo de otro artículo....


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