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De La Montaña… Damnificados por Manuel e Ingrid “ya no sienten lo duro, sino lo tupido”



Tixtla, Gro., noviembre 26 del 2015 (IRZA).- “¡Ya no sentimos lo duro sino lo tupido!”, exclamó el indígena de la comunidad de Buenavista del municipio de Atlixtac, Marcelo Ramírez, quien junto con su familia fueron afectados hace dos años por la tormenta tropical "Manuel" y el huracán "Ingrid".
Las 80 familias que viven en aquella comunidad de la región de La Montaña perdieron 50 hectáreas de maíz, frijol, calabaza y chile durante la contingencia pluvial de septiembre del 2013.
A dos años de estas afectaciones agrícolas y de la pérdida de casas, los gobiernos federal y estatal siguen sin brindar ayuda a la gente de ésta y muchas otras comunidades de La Montaña, quienes carecen de una clínica de salud, servicio de agua entubada y drenaje.
Marcelo Ramírez, integrante del Consejo de Damnificados de La Montaña, marchó ayer miércoles en la carretera federal junto a decenas de sus paisanos que también son damnificados.
"No, por supuesto que no me cansé de caminar; de lo que sí estoy molesto es de todos los engaños que nos hace el gobierno”, expresó.
El contingente de indígenas partió en marcha desde Atlixtac rumbo a esta ciudad capital poco después de las siete de la mañana.
Poco después de las 11:00 horas, cuando ya faltaban 3 kilómetros para llegar a la entrada de Chilpancingo, se decretó un receso de descanso.
Ahí, Marcelo relató que en este año a la gente de su pueblo nuevamente les fue mal con sus cosechas agrícolas.
"Las lluvias que cayeron hace unos días afectaron 12 hectáreas y ninguna autoridad del gobierno nos ha visitado para verificar los daños", se quejó.
Refirió que en el 2014 también hubo afectaciones, pero que éstas fueron mínimas.
Manifestó que la contingencia ambiental más fuerte que ha vivido su comunidad en los últimos años es, sin duda, la de las lluvias provocadas por la tormenta tropical "Manuel" y el huracán "Ingrid".
Señala que no solamente fueron los daños materiales, sino que una niña de 8 años murió al ser arrastrada por la corriente del río llamado "Cerro de Metlatónoc".
Recordó que la gente del pueblo recuperó el cuerpo de la niña fallecida 8 kilómetros más adelante del punto donde cayó a las torrenciales aguas.
En el 2016 la gente no tendrá en los patios de su casa maíz y frijol porque las cosechas se perdieron; "las mazorcas de maíz están podridas", refiere.
El indígena confía aún en que las autoridades les hagan caso y les envíen costales de granos básicos.
"Digo, si allá en los pueblos nos podemos morir de un piquete alacrán porque no hay centros de salud con medicamentos, siquiera que nos den de comer", ironizó con crudeza.
Señaló que la gente que sufre una enfermedad grave tiene dos opciones: una, trasladarse al hospital básico comunitario de Acatepec o de Zapotitlán Tablas, aunque en éste último, ya casi no hay personal médico y las medicinas escasean.
"Para ir a alguno de esos dos hospitales tenemos que caminar cinco o seis horas, o si alquilamos un camioneta que nos cobra 500 y hasta mil pesos, nos hacemos una hora", dice.
Don Marcelo, al igual que más de mil indígenas de 13 municipios de la Montaña que resultaron damnificadas por las lluvias, se regresaron ayer jueves a sus lugares de origen.
En el Gobierno del Estado les prometieron que el próximo miércoles el subsecretario de Gobernación, Luis Miranda, recibirá a una comisión en la Ciudad de México, en una mesa de trabajo para plantear qué es lo que necesitan y, luego, esperan una respuesta positiva, porque “ya no sentimos lo duro, sino lo tupido”. (www,agenciairza.com)
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