TRASFONDO
Julio Zenón Flores
La llegada, al parecer desde este lunes, a Guerrero, del
dirigente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones, es una muestra de que el
tricolor viene con todo para recuperar Guerrero. Y es que la recuperación de la
entidad no pasaba sólo por ganar la elección de junio del presente año, lo cual
pudo lograr gracias a la división de los otrora aliados PRD-PMC-PT, quienes de
haber ido unidos, como antaño, hubieran con toda seguridad ganado la gubernatura.
El PRI nacional viene con todo por recuperar Guerrero. Ya
dio el primer paso con el triunfo electoral de Héctor Astudillo Flores, sin
duda uno de los mejores cuadros que tiene el tricolor, quien es bien visto
hasta por la propia oposición, debido a su talante dialoguista y su actitud
personal mesurada, como se le ha visto en las labores tanto de alcalde
Chilpancingo, como en su faceta de legislador.
El segundo paso del tricolor para recuperar Guerrero, es que
el tránsito del gobierno perredista que estuvo 10 años en el poder, se dé en
una forma tersa, sin mayores raspaduras y, en ese terreno también es experto el
líder nacional tricolor Manlio Fabio Beltrores, quien tiene a su lado como secretario
de Operación Política, a un guerrerense, Manuel Añorve Baños, el segundo de
esta entidad, en la historia del PRI, en llegar a una secretaría de nivel
nacional. El anterior fue José Francisco Ruiz Massieu, quien sin duda será de
mucha utilidad para mantener la gobernabilidad en Guerrero, un estado tensado
por los conflictos sociales y con mucha gente armada motu proprio en las
calles, poblados y sierras.
Beltrones es uno de los pocos políticos de tiempo completo,
con una formación que le lleva a tender puentes con la oposición, lejano a los
llamados neoliberales y tecnócratas, que sabe para qué es la política, por eso
su presencia en Guerrero, el da un tinte, al cambio de gobierno, de civilidad,
de gobierno incluyente, plural, tolerante, porque ese ha sido el talante
del dirigente nacional priista.
De ahí, seguramente, comenzará la tercera etapa de la
recuperación de Guerrero para el PRI: la construcción de gobernabilidad y de un
gobierno eficaz, que de resultados a la gente, para lo cual va a necesitar de
mucho respaldo nacional, no solo del PRI, sino en especial, de la presidencia
de la República y de todo el gabinete. Para ello va a necesitar mucha operación
política, y para ello, también tendrá Astudillo a su amigo cercanísimo, Manuel
Añorve, con lo cual, tendrá que consolidarse en este mar de problemas en la
entidad, y poder aspirar así a refrendar en el futuro sus triunfos y
ratificarlo en el 2018.
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