TRASFONDO
Por Julio Zenón Flores
Mientras algunos del PRD, no todos, siguen con su pataleo
asegurando que el PRI les robó las elecciones, aunque ni a ellas ni a ellos se
les haya visto prácticamente en campaña (con la excepción honrosa de la
candidata a gobernador Beatriz Mojica Morga), no dan la oportunidad a su
militancia, sus bases, sus simpatizantes, sus votantes, de hacer una evaluación
serena, que les permita por lo menos anotar las placas del tráiler que los
atropelló.
A final de cuentas ocurrieron dos fenómenos que son
positivos en Guerrero, el estado del atraso y de la protesta a flor de piel:
uno es la alternancia de partido en el gobierno tanto del estado como en
algunas de las principales ciudades y ello no fue a favor de un solo partido
pues por ejemplo en Acapulco se pasó del MC, que había sustituido al PRI y
ahora regresa el PRD; en el gobierno estatal el PRD le dejará el gobierno al
PRI, en Ometepec el PRI dejará el gobierno al PRD y en Zihuatanejo el PRI
también dejará el gobierno al PRD.
Con todos los señalamientos que se puedan hacer, en cuanto a
acciones fraudulentas, éstas no son ni con mucho del tamaño de las inequidades
que ocurrían antes, en la era del partido casi único y con ello, se puede
hablar de un voto que cada vez menos depende de la dádiva o del acarreo y se
expresa de manera más libre a favor de uno u otro partido. Se puede hablar de
un voto que va madurando, sobre todo en las ciudades donde hay más acceso a la
información, que ya no es de una sola vía (como han sido la radio, la tv y la
prensa escrita), sino al de dos vías, la del receptor que puede contestar,
desmentir, opinar, burlarse, creer o descreer, libremente, en las redes
sociales.
La otra buena noticia de estas elecciones, es el asomo del
cambio generacional y la equidad de género.
Por sólo mencionar Acapulco, que es nuestro universo más
cercano, pero sin dejar de decir que el fenómeno amerita todo un ensayo para
desmenuzarlo en todo el estado, tenemos que los distritos de las diputaciones
tanto federales como estatales fueron ganados por mujeres y por jóvenes. De los
locales, el 03 fue ganado por el joven del PVEM, Eduardo Cueva Ruiz, quien por
cierto proviene del Movimiento Jaguar, cuyas huestes fueron excluidas en el PRD
por las tribus tradicionales, quien ronda los 34 años de edad; el distrito 04
fue ganado por una mujer del PRI, Pilar Vadillo Ruiz, de unos 40 años de edad;
el 05 por el joven perredista Ernesto Fidel González, de poco más de 30 años de
edad; el 06, por el joven ex miembro del partido Morena, Adrián Granda Castro,
que rebasa por poco los 30 años de edad y ganó con las siglas del PRI; el 07 es
la excepción porque lo ganó el maduro líder cetemista Cesar Landín Pineda, ya
que el 08 fue ganado por el joven Samuel Reséndiz Peñaloza, de unos 30 años de
edad y el 09 por una mujer del PVEM, la madura señora Rossana Agraz Ulloa, que
viene de tener militancia en MC pero ganó por el PRI, nada menos que al difícil
y peligroso líder perredista Víctor Aguirre Alcaide.
En los dos distritos federales, el 04 y el 09, también
ganaron jóvenes: el primero ellos por Julieta Fernández Marqués, que no llega a
los 40 y el otro por el joven Ricardo Taja Ramírez, ambos del PRI.
¿A poco no es una buena noticia que la mayoría de los
ganadores sean personas menores de 40 años y mujeres?
Muchos se podrán quejar de que al ganar el PRI ganaron los
dinosaurios, pero se equivocan, por un lado es visible que son jóvenes,
generacionalmente y por otro lado, más de la mitad de ellos, aunque hayan
ganado por el tricolor, vienen de las filas de la izquierda: Cueva Ruiz (PRD),
Agraz Ulloa (MC), Fidel González (PRD), Granda Castro (Morena). Por donde se le
vea, es un buen principio, del cambio aún por venir.
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