TRASFONDO
Por Julio Zenón Flores
De acuerdo con la versión del presidente nacional del PRD,
Carlos Navarrete Ruiz, ese partido va por los estados de Michoacán y Guerrero,
las dos entidades donde tiene más posibilidad de ganar las gubernaturas, allá
con Silvano Aureoles, un hombre del sistema, amigo de la mayoría de
perredistas, de una buena parte de los diputados de izquierda de los otros
partidos y, lo más importante, amigo del presidente de la República, acá con Beatriz
Mojica Morga, una mujer de mucho empuje pero con pocas relaciones nacionales,
al menos con los grupos de poder nacionales, y que sin embargo, por su
juventud, su belleza y su preparación levantó una campaña exitosa en poco
tiempo y sorprendió a todos colocándose en la recta final, muy cerca, según
algunas encuestas de su contrincante el priista Héctor Astudillo Flores.
De acuerdo con Carlos Navarrete, en una entrevista exclusiva
concedida a Enfoque Informativo en Acapulco, eso de que las gubernatura se
negocian en las alturas es un mito; las gubernaturas, dice, se ganan con votos,
pero el hecho de que ahora están en campaña dos hombres con quienes el
presidente de la república Enrique Peña Nieto estaría feliz de tratar, uno en
Michoacán, Aureoles, quien le ayudó a sacar las principales reformas
estructurales y en Guerrero, Héctor Astudillo Flores, el hombre que le coordinó
la campaña presidencial.
Uno es perredista el otro priista, por lo cual se presta a
pensar en una concertacesión de aquellas inauguradas con el PAN de Ernesto
Ruffo Appel, en la época del presidente Carlos Salinas de Gortari que como
forma de legitimar su gobierno optó por caminar con los blanquiazules, en
varias reformas, tal como ahora Peña Nieto camina con el PRD.
Pero en política no todo son lealtades y acuerdos en la
cúpula, aunque no siempre se crea o se quiera, si cuentan los votos y las
campañas hacen crecer a algunos enanos que luego reclaman independencia y se
niegan a cumplir pactos iniciales.
El hecho también, es que tanto en Michoacán como en
Guerrero, a los que serían los hombres del presidente se les han atravesado dos
mujeres, allá una del PAN, María Luisa “Cocoa” Calderón Hinojosa, que están
peleando la elección en tercios y puede echar abajo cualquier pacto, si es que
lo hubiera, y acá Beatriz Mojica, que de muy abajo, picando piedra, también
tiene todo para ganar y echar a perder algún acuerdo si lo existiera.
Lo normal en estos casos, cuando existen pactos pero la
competencia se cierra, es dejar las cosas al libre juego de las fuerzas
locales, a la incertidumbre del trascurrir de las actividades en un ámbito
democrático, es decir, dejar que cada quien haga su campaña y que gane el que
tenga más votos. Los pactos, lo dice la práctica política de años, sólo son
válidos cuando la diferencia de votos es palpable, pero cuando la competencia
se cierra, entonces el pacto es dejar que gane el que tenga que ganar y
respetar el resultado.
Esa parece ser la situación de Guerrero y Michoacán. La
elección está en libertad, ganará el que tenga que ganar, por encima de los
pactos, finalmente el ganador será reconocido sin problema por las otras
fuerzas, y se entenderá, tendrá que hacerlo, con el presidente de la República,
dada la complejidad de la problemática estatal y la dependencia total en
materia presupuestal.
Así las cosas.
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