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PRI: ¿El regreso al Tapado? y Guerrero




JULIO ZENON FLORES
En el PRI se vive un renovado ímpetu en las actividades destinadas a recuperar terreno en el ámbito electoral. Ya lo dijo el senador David Penchyna, uno de los ideólogos del tricolor del siglo XXI, en las elecciones del año que viene van por todo, con la filosofía del carro completo, de llevarse las 9 gubernaturas en disputa.
Junto a la renovación de la cultura del carro completo, el PRI ha recuperado también su visión centralista, donde el presidente de la República, es el “primer priista de la Nación”, en este caso Enrique Peña Nieto, se ha asumido como tal y eso está permeando los procesos de selección de los candidatos a los distintos cargos de representación popular, en Guerrero como en las demás entidades. Qué tan correcto, en términos de resultados, se verá hasta después de que se cuenten los votos, por lo pronto, la determinación de las candidaturas se están decantando, como antaño, en Los Pinos.
Esa situación quita presión a la lucha intestina de los grupos locales y les resta también poder de decisión. De ahí que es irrelevante hoy discurrir acerca de si es más fuerte el grupo Figueroa o el de Añorve o el de Astudillo o el de René o el de Mario, porque existe, por ejemplo, una secretaria del gabinete presidencial, que sin grupo, puede en cualquier momento desplazar al más pintado de los priistas estatales. Nos referimos a Claudia Ruiz, la secretaria de turismo, que no casa tiene acá, ni ha vivido nunca, ni nació acá, ni levantó en su campaña de senadora, ni tiene interés en abandonar el confort ni el glamour en que se mueve, pero, “si se lo pide el partido” está puesta a “sacrificarse” por los guerrerenses.
Su mérito no se ha hecho en actividad política, su mérito es su relación con el Centro, con el presidente Peña, con su tío Carlos Salinas de Gortari, según muchas voces, alter ego del primer mandatario de la Nación.
Otros personajes, dijimos antes, pueden llegar a la candidatura, por esas relaciones. Un ejemplo es Mario Moreno, que, se dice, le ayudó a Peña, en los momentos difíciles del priismo de Guerrero, cuando Aguirre casi se lleva todo, ergo Peña le debe estar agradecido y por ende, lo puede hacer candidato. Otro más es Cuauhtémoc, cuadro fiel de Emilio Chuayffet, uno de los “hombres del Presidente”, de los viejos dinosaurios de la política, que hoy está en la SEP y que pronto pudiera estar en el segundo sitio más poderoso del País: La Secretaría de Gobernación, desde donde no tendría mucho problema en hacer candidato a su protegido guerrerense. Uno más, Manuel Añorve, desde la cámara de Diputados se ha colocado sobre diversos miembros del gabinete presidencia, y su relación con el coordinador de los priistas, Manlio Fabio Beltrones, un hombre si no cercano sí necesario para Peña, por lo cual también, se perfila, como parte de la negociación de grupos nacionales.
Con esas relaciones, la diferencia entre ellos tres pudiera estar en el crecimiento y posicionamiento entre el electorado y el que no sea vetado por alguno de sus competidores, es decir, su capacidad de consensar…y es esto último lo que le abriría la puerta a personaje que ni siquiera ha sonado hasta hoy y que silenciosamente ha venido incrustándose entre los posibles, desde su coyuntura y posicionamiento apenas regional. Estaríamos de nueva cuenta el viejo fenómeno del Tapado. La decisión, está en Los Pinos.

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