JULIO ZENON FLORES
Hemos hablado de cómo se han marcado las cartas en el PRD
para definir a su candidato a la alcaldía de Acapulco a favor del hijo del
gobernador Ángel Aguirre Herrera, frente al secretario general del PRD estatal,
Evodio Velázquez Aguirre, pese a que si hay alguna diferencia entre ellos es
que el primero no tiene ninguna estructura, ni formación política, ni carrera,
sino que depende en todo de su padre, hasta para las dádivas que reparte en las
zonas pobres del municipio; mientras el segundo, ha sido más bien un chico con
suerte, al que le han caído casi del cielo algunos cargos, que le permitieron
colocarse en una posición en donde ha sabido construirse una carrera política.
También hemos hablado de cómo Víctor Jorrín siendo el hombre
más preparado del entorno del presidente Luis Walton (quien toma las decisiones
al interior del partido Movimiento Ciudadano) y además socio del alcalde en
varios negocios, sería el más probable propuesto de ese organismo de izquierda,
aunque su posición podría estar en riesgo, o debilitada, según se desprende de
su participación en un evento de una corriente del PRD, en la semana que
terminó ayer. En tanto que en el Morena no se ha dejado de mencionar a Alberto
Mojica Mojica.
Pero del PRI no hemos mencionado suficientemente cómo se
pelean internamente los aspirantes a la candidatura a la presidencia municipal,
empezando por el otro junior, Rubén Figueroa Smutny, además de la ex primera
dama, Julieta Fernández de Añorve, el líder obrero Rodolfo Escobar y el
diputado local Javier Taja Mestre, donde el conflicto real se ubica entre el
cachorrito Figueroa y la señora de Añorve, ambos tendidos ya repartiendo apoyos
en las colonias populares.
De PAN prácticamente no hemos hablado, siendo que es un
partido de poca penetración en el puerto y tan mal conducido por sus dirigentes,
que además de dividido, ha cedido hasta su registro a cambio de migajas, como
cuando lo hizo a favor de Zeferino Torreblanca, o a favor de Ángel Aguirre y, a
últimas fechas, a favor del actual alcalde, Luis Walton.
Sin embargo, el partido blanquiazul en esta próxima elección
sí tiene carnita para quienes nos dedicamos al análisis político, pues tiene
ante sí la oportunidad histórica de ganar por primera vez el municipio más
importante del estado de Guerrero.
¿Cómo el PAN puede ganar esta elección? Pues fácil: Tiene la
posibilidad de registrar bajo sus siglas a dos personajes que por sí solos
pueden atraer simpatías: Javier Morlet Macho y Zeferino Torreblanca Galindo. El primero de ellos por ser un
impulsor de la lucha por la paz, en una ciudad lacerada por la violencia, y el
segundo por traer en su aljaba la saeta de ser considerado el mejor alcalde
moderno de Acapulco, al haber sido el que echó al PRI del palacio municipal.
En un escenario complicado, de tercios, donde los otros
candidatos fueran los cachorros de los caciques, por el PRI y el PRD
respectivamente, en una ciudad hastiada de los errores de los partidos a
quienes ha confiado el voto, no sería extraño que se optara por una opción azul
con blanco y más si va con un personaje como alguno de los mencionados.
Ahora sí, he hablado de todos los aspirantes de todos los
partidos. ¿Falta alguno?
Envíe sus comentarios a zenon71@hotmail.com
trasfondoinf@hotmail.com
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