JULIO ZENON FLORES
El personaje político más importante en este momento en el
estado de Guerrero, digamos el más cotizado del espectro político de la
entidad, es nada menos que el senador Armando Ríos Piter.
Hoy su niveles de popularidad se han disparado y mantiene
una fuerte actividad mediática y política en la capital del país así como una
gran presencia en diversos foros en el estado de Guerrero. Ha sabido construir
una figura sólida de izquierda, de una izquierda moderna, pero capaz de
dialogar con los grupos más radicales de la izquierda sureña.
Eso lo coloca como casi seguro candidato a gobernador y muy
probablemente próximo gobernador. Su plan “A” sería ser el candidato del PRD,
gracias a una alianza con “Los Chuchos”, que sin embargo no le confían mucho
debido a que en el pasado reciente formó filas con el ex jefe de gobierno
Marcelo Ebrard, y en el nivel estatal amarró una alianza con el Grupo Guerrero,
de David Jiménez Rumbo, con Nueva Mayoría, de Evodio Velázquez Aguirre y con
Nueva Izquierda, de Sebastián de la Rosa, lo que lo pone del lado de los
fuertes, pero, del otro lado hay un grupo fuerte, el del gobernador Ángel
Aguirre Rivero, que se nutre de priistas que se afiliaron al PRD cuando éste
traicionó al tricolor junto con todos seguidores, cuya presencia no es menor,
aunque no tiene una capacidad determinante pero ha consolidado una alianza
importante con la Unidad de Izquierda Guerrerense (UIG) de su primo Víctor
Aguirre, que no ven con buenos ojos esa candidatura del Jaguar y por el
contrario, miran con coquetería bastante al priista Mario Moreno Arcos (en
realidad aguirrista disfrazado de tricolor) y dado el poder del dinero y del
poder gobernador, así como su cercana relación con los “Chuchos”, bien puede
echar abajo al Senador Piter.
En ese caso, el Jaguar tiene un plan “B”, que consiste en
convertirse en candidato del PRI, en donde seguramente sería un ganador, pues
sumaría a su prestigio personal la estructura priista, que es una maquinaria
aceitada para acarrear votos y que cuenta esta vez con el poder que da manejar
las 32 delegaciones federales, con recursos extraordinarios, enviados a
Guerrero con el pretexto de las catástrofes naturales y la contrainsurgencia.
Pero el PRI tampoco es una perita en dulce, pues la amistad
que une a Mario Moreno Arcos con el presidente de la República, puede en un
momento dado, darle esa posición al alcalde chilpancingueño y, si eso no
pasara, aún se tiene otro obstáculo: El poderoso grupo Atlacomulco, en alianza
con los Figueroa, podrían imponer a Cuauhtémoc Salgado Romero, actual líder
estatal del tricolor. De ese modo, la puerta del PRI también se le podría
cerrar a Ríos.
Eso, sin embargo no dejaría fuera de la jugada al Jaguar,
por el contrario, se le abre una opción “C”, que, a mi juicio, le convendría
más a él, a Guerrero y al país: convertirse en el candidato de Morena, PT y
Movimiento Ciudadano, con el respaldo de facto de los grupos más radicales de
la izquierda, CETEG, CECOP, APPG, CRAC, UPOEG, y guerrillas, entre otros, con
toda la posibilidad de ganar y de esa manera castigar la soberbia de los que se
sienten grandes: el PRI y el PRD.
Si Ríos Piter fuera candidato de este conglomerado, podría
llegar incluso a tener la posibilidad de que lo apoyara el presidente Enrique
Peña Nieto, por cuestiones de seguridad nacional, pues si con ellos ganara,
sería más factible hablar de gobernabilidad en Guerrero, cosa que con Aguirre
Rivero está perdida completamente.
En este último caso mucho dependería del acuerdo que lograra
con el alcalde Luis Walton.
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