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Protesta de maestros logra poner en jaque al gobierno de México

Protesta de maestros logra poner en jaque al gobierno de México
LP / Globovisión/AFP
Una fracción minoritaria de maestros mexicanos que protestan contra una reforma educativa ha conseguido desestabilizar la capital y poner en jaque al gobierno de Enrique Peña Nieto, quien se vio forzado a hacer destacados cambios de agenda pero se comprometió a sacar adelante la iniciativa.

En lugar de iniciar el periodo escolar el 19 de agosto, unos 10.000 maestros de varios estados viajaron a la capital, se instalaron en tiendas de campaña en la central plaza del Zócalo e iniciaron un asedio pacífico a los congresistas que planeaban aprobar las leyes de reforma constitucional.

En estas dos semanas, los docentes han sitiado la Cámara de Diputados y el Senado, obligando a los legisladores a sesionar en un centro de convenciones, y bloquearon el 23 de agosto los accesos viales al aeropuerto de la capital más poblada de América Latina.

Dos partidos de Primera División fueron también aplazados preventivamente por las protestas y Peña Nieto suspendió una visita prevista a Turquía y cambió de fecha su presentación del primer informe anual de gobierno.

"Lo que estamos viendo es que el gobierno es mucho más débil de lo que uno se imaginaba. Ahora ya no es un asunto de capacidad de negociación sino de aplicación de la ley (...) los derechos de los habitantes de la Ciudad de México están siendo pisoteados por los maestros", dijo a la AFP la analista política Soledad Loaeza, de la prestigiosa universidad pública Colegio de México.

En una ciudad acostumbrada a que cada día hayan cortes viales por manifestaciones, esta vez la irritación se extendió entre habitantes, medios, empresarios y políticos que exigen a las autoridades que resuelvan la situación.

"Están causando una polarización social con una mayoría que está muy indignada con los maestros y con las autoridades", señala Loaeza.

La alcaldía de la Ciudad de México ha expuesto que su prioridad es evitar un "derramamiento de sangre" y argumenta que es un problema nacional que debe resolverse mediante el diálogo.

Mientras el gobierno negocia con los maestros, el Congreso ha aprobado ya dos de las tres principales leyes secundarias de la controvertida reforma educativa, la primera gran medida de la presidencia de Peña Nieto que fue aprobada en diciembre por consenso de los tres principales partidos.

Peña Nieto justificó su cambio de agenda para "estar muy pendiente" de esos trabajos legislativos.

La tercera ley está prevista para votarse a inicios de la próxima semana y es el principal punto al que se oponen los maestros ya que formalizaría que sean evaluados regularmente, una medida que el gobierno cree imprescindible para mejorar la calidad de la criticada educación en México.

"La evaluación debe tener un sentido académico y servir para diseñar las estrategias de formación del magisterio, no para castigar o ser pretexto para recortar personal", dijo a la AFP Román Meinardo López, vocero de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en el estado de Guerrero (sur), donde las protestas se iniciaron a principios de año.

Los maestros disidentes

Los maestros que se manifiestan en la Ciudad de México pertenecen a la CNTE, una fracción disidente del mayoritario Sindicato Nacional a la que están afiliados unos 100.000 docentes de los más de 1,2 millones con que cuenta México.

La dirigencia del Sindicato Nacional -cuya exlíder Elba Esther Gordillo fue detenida en febrero por malversación de fondos- no se ha opuesto a la reforma.

La CNTE se fundó en 1979 por maestros que se oponían al carácter poco democrático y la corrupción de los dirigentes del Sindicato Nacional, cooptados por el entonces hegemónico PRI (Partido Revolucionario Institucional), señala Roberto Rodríguez, investigador social de la pública Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Con la descentralización de la educación básica en México a mediados de los noventa, la CNTE se enfocó en ganar peso en los estados donde son más fuertes, como Guerrero, Oaxaca (sur) y Chiapas (sureste).

"En Oaxaca tienen una influencia muy grande en la negociación de los presupuestos, plazas, contenidos. Es una suerte de cogobierno educativo. En otras regiones tienen menor influencia pero siempre es significativa por sus métodos de lucha", señala Rodríguez, quien apunta a que el temor a perder este poder está detrás de las protestas en la capital.

Por el momento casi dos millones de alumnos siguen sin clase en el sur de México, la región de mayor población pobre e indígena, donde los maestros piden que las evaluaciones tengan en cuenta sus condiciones laborales.

"Sí son los estados con peores condiciones socioeconómicas pero también los más retrasados en educación y que necesitan más regularidad en la escuela", indica Rodríguez. "Es un círculo vicioso que hay que romper de algún lado".


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1 Comentarios

  1. Estas retependejo roberto rodriguez mamadas ya sabes donde

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