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CARTA AL PRESIDENTE DE ACAPULCO LUIS WALTON ABURTO

MIRADA INTERIOR
 
Por: Isaías Alanís
Ciudadano presidente:

No creo que me recuerdes, pero compartimos la mesa de comentaristas del libro Mi amigo Alejandro, del Dr. Alberto Saavedra Ramos en el Calpulli Mogote de los esposo Luis y Blanca Uruñuela, amigos entrañables.
Me impresionó, primero que hayas leído el libro de cabo a rabo, y tu espíritu netamente acapulqueño formado bajo el vaivén de las palmeras, el movimiento de las caderas de sus mujeres, y el mar azul que conocimos a finales de los cincuenta y principio de los sesentas cuando Acapulco era otra cosa como destino de playa, limpio y diferente al que existe hoy.
Con mi familia nos trasladábamos al viejo Acapulco, del hotel El Mirador y el Flamingos; las comidas en la Flor de Acapulco, la visita obligada a la Quebrada, Pie de la Cuesta y la Roqueta donde pescábamos pececitos de colores que después dejábamos libres entre gritos y flashes de viejas cámaras Nikon.
 
Este trayecto lo hacíamos en un Ford de esos años y el viaje desde Cuernavaca, se convertía en un periplo casi mitológico que nos hacía atracar en las nieves de Alpuyeca, comer jícamas en Puente de Ixtla, parar en la Vaca negra en Iguala. Cubrirnos los ojos con cera como Ulises y descender del auto a bañarnos en el cañón del Zopilote donde todavía estaba la roca que le dio nombre. Cruzar Chilpancingo con frío y neblina. Ponernos toallas y bañadores encima porque Agua de Obispo era el polo norte. Y de pronto bajar del coche en el Ocotito, con algo de frío y comer cortes de un pernil de venado que la señora tenía colgado cerca del fogón. Y después de un coyotito negado por la emoción de llegar al puerto, descender por la costera vieja, cruzar el centro y bajar velámenes y arboladuras en el hotel El Mirador. Ese era otro Acapulco. Y lo dice la canción de Tadeo Arredondo:
 
Pobre de mi patria chica.
ya la han explotado tanto.
sus recursos naturales,
se los están agotando.
 
Ella no recibe nada
                              de lo que le han dado tanto
tu ves compadre tu ves
les das la mano
y se toman el pie.
 
Y en esa travesía era infaltable viajar en las viejas lanchas de madera con fondo de cristal a ver la Reina de los mares y demás embrujos propios de la cosmogonía acapulqueña, escuchar la historia de los amores prohibidos entre Xihuatl y Acatl y mejor dejarse llevar por el murmullo de la Acapulqueña de Agustín Ramírez: "playera esbelta, pálida y sensual."
 
Pero como esto no se trata de narrar vivencias en el Acapulco de las discos, del primer centro turístico producto del neoliberalismo, asegunes de un especialista, porque a los gringos los sacaron del putero llamado Cuba, hoy un país con carencias pero con altos índices de salud pública equivalente a países del primer mundo; y construyeron un balneario en Acapulco sólo para gente VIP que me tocó ver, oler, percibir con esos ojos de niño que saben distinguir bien entre la vanidad y la gazmoñería.
 
A casi sesenta años de aquel inicio que te toco vivir Luis, ver y ser actor del cambio que sufrió Acapulco, no sólo por la falta de un esquema de desarrollo urbano integral, sino por la rapiña de que fue y sigue siendo la belleza natural que aún le queda al legendario Acapulco.
El nacimiento de Ciudad Renacimiento, que no es ciudad ni ahí se renace.
La trompada del Paulina, que sacó a la luz la endeble estructura urbana del puerto. Las inmundicias que bajan por ríos, barranquillas, hoteles que van a dar a la bahía de Santa Lucía convirtiendo a las aguas en un charco de desechos sólidos nada envidiable.
 
Por eso la intención de reflexionar con el presidente porteño, o de plano nomás enviar esta carta sin dirección cuyo objetivo no es adentrarse en la complejidad del puerto. Menos ahora que la violencia no ceja y Acapulco está considerado una  de las ciudades más violentas. Cosa que ha alejado al turismo internacional. Y por otro lado, se encaminan proyectos de gran calado impulsados por el ejecutivo estatal como el Acabús y el nuevo Maxitunel con vialidades a la zonas densamente pobladas y directo a la franja VIP del puerto, el desarrollo del turismo alternativo y cultural de verdad con Carlos Slim, y no la simulación a la que tienen acostumbrados a los acapulqueños con eventos de relumbrón que se abortan antes de nacer como el de los globos.
 
La chilangabanda, se viene con su hielera, amontonados en su auto, se van a Caleta o Caletilla, duermen como sea, comen lo que se pueda además de emparedados de jamón y sodas y chelas compradas en los OXXOS. Igual los canadienses y gringos, italianos jubilados y la gente que cuenta con tiempo compartido.  Del otro lado, los que tiene casa, yates, etc., etc.
Hace poquito, escribí una Mirada a raíz del accidente de la embarcación con fondo de cristal que estuvo a punto de hundirse. En esa entrega toque el punto de que las playas no cuentan con un boyado especial para bañistas y lanchas. Que muchas embarcaciones no cuentan con todos los controles y el equipo de seguridad. Y a escasos días de ese acontecimiento, sucedió el hecho lamentable donde una menor de edad falleció y seis personas más resultaron heridas al ser impactados por una lancha mientras nadaban en la playa Majahua, de Puerto Marqués.
¿Es verdad ciudadano presidente que la lancha era conducida por un menor de edad, y que no contaba con el permiso para brindar un servicio turístico? ¿Se castigará al o los culpables de este accidente?
Ciudadanos presidente, se realizará un censo a los prestadores de servicios clandestinos, se les obligará a que lo tengan, se les darán capacitación para el mejor manejo de sus servicios?
¿Se van a construir áreas de ascenso y descenso de lanchas con boyas como existen en otras playas de México?.
¿O vamos a esperar a que suceda un hecho mayor que impacté aún más al puerto de Acapulco?
Esta informacion es de interes publico

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